Evitar los errores. El plan de cada jugador antes de una vuelta pasa por ser agresivo en cierto hoyos, aptos para birdie, o defenderse en aquellos más largos o en los que la bandera está más esquinada en el green. Pueden tener una estrategia perfectamente diseñada antes de ejecutar su primer golpe pero ni eso les libra de los bogeys, que siempre terminan por aparecer. Bueno, al menos en la mayoría de ocasiones. Zach Johnson, por ejemplo, parece haberse olvidado de lo que se siente al cometer uno en el TPC Deere Run. Su idilio con este recorrido está traspasando lo que habitualmente conocemos por confianza hasta llegar a ocupar un sitio en el libro de récords del John Deere Classic.
Ya no son solo dieciocho vueltas consecutivas por debajo de los setenta impactos, sino que además nueve de esas últimas tarjetas no contenían un solo error. Da igual el año, su momento de forma o que falle en un momento dado de la jornada, Zach siempre se recupera. “Simplemente estoy cómodo”, declaró. “Estoy cómodo con cada golpe. Estoy cómodo con el viento y claramente en los greenes. Hoy era un día para aguantar arriba y dejar que las cosas siguieran su curso, pero me encanta el hecho de que no tenga que jugar perfecto para hacer resultado aquí”.
Como si manejara el devenir del torneo, siguió una vez más un plan exento de fisuras a la perfección hasta firmar 66 impactos, que a sus 64 del primer día le sitúan líder con menos doce. Siempre hay grandes movimientos en la tabla en el John Deere Classic y fueron varios los que el viernes supieron sacar partido de un campo vulnerable. Patrick Reed, en su segunda temporada en el PGA Tour, firmó un 63 que le sirvió para igualarle mientras que Lucas Glover, algo irregular durante los últimos meses, entregó una de las mejores tarjeta del día (62 golpes) y dejó la sombra de un posible 59 en el ambiente. “Vas a ver resultados bajos desde los primeros clasificados hasta los últimos, por lo que va a ser duro ganar aquí”, declaró el ganador de un US Open. Y en efecto, la competición está de los más abierta.
El australiano Matt Jones sigue al trío de cabeza con un acumulado de menos once, mientras que Jerry Kelly, Kevin Streelman, David Hearn, Daniel Summerhays y Troy Matteson, que consiguió un hoyo en uno en el tres, son quintos con menos diez, a solo dos de distancia. Con dos jornadas todavía por delante y unas vueltas más cercanas a los sesenta que a los setenta impactos es imposible descartar a nadie, como a Brendan de Jonge, Chris Kirk, Chez Reavie o Steve Stricker, décimo con menos nueve. A cualquiera de ellos solo le haría falta un buen día para relevar a los líderes en los mandos de un torneo ingobernable, en el que un playoff parece amenazar con prolongar la competición el domingo.
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