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Número uno por aplastamiento

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Enrique Soto | 27 de mayo de 2012

El inglés estuvo incontestable y dejó a Justin Rose sin opciones durante la última jornada

Luke Donald nunca ha fallado un corte en un torneo regular del Circuito Europeo. Parece un enunciado utópico, pero es cierto. Ante hazañas como ésta la palabra solidez se queda muy corta para describir el juego de un jugador que sigue queriendo más y, sobre todo, sigue consiguiéndolo. Su victoria de hoy en el BMW PGA Championship ha sido una oda a la precisión y a la estrategia. Luke salía del tee con un híbrido o con la madera 3, jugaba corto en los pares 5, dejaba su bola justo antes de los bunkers de calle, sobrevolaba peligros y metía putts comprometedores. En realidad los ha metido prácticamente todos.

Hasta quince greenes en regulación le han valido una vuelta de cuatro bajo par en Wentworth, un campo capaz de castigar cualquier mínimo desajuste. Sus rivales, representados en esta ocasión por Justin Rose, contemplaban con impotencia que el nuevo número uno del mundo no falla, y si en alguna ocasión un mal bote o un mal swing dejaban su bola en una situación comprometida, Luke siempre salía airoso de la contienda. Se comenta hoy día que nadie le está pegando tan sólido como Jason Dufner y puede que tengan razón, pero si de lo que se trata es de ganar, nadie es capaz de hacerlo frente a Donald a este nivel.

No fue por falta de intentos. Justin Rose tuvo oportunidades de birdie claras en cinco hoyos consecutivos (del 6 al 10) pero no consiguió embocar en ninguna ocasión. Su juego de tee a green en este tramo fue excelso y quizá mereció una mayor recompensa, pero la derrota llegó por aplastamiento. Seguro que el inglés se está preguntando cómo ha sido capaz de fallar tantos putts para birdie en momentos clave de su vuelta. En lo que tuvo tintes de un partido a match-play, Rose dejaba su bola a tres metros de bandera y Donald a cinco, siempre un poco más lejos, pero lo suficiente como para embocar en cualquier momento. Justin entonces ya no tiraba para hacer birdie y restarle un golpe al campo, sino para empatar un hoyo. Ha sido una de las claves de la victoria de uno de los mejores jugadores cara a cara del mundo: convertir una vuelta final de un torneo regular en un duelo por hoyos. “Después del cuarto hoyo no dejé que saliera primero en ninguno hasta el dieciocho. Hice las cosas muy bien”, declaró Donald al finalizar.

De este modo Rose comenzó el día con aspiraciones a ganar el torneo y lo finalizó luchando por terminar segundo en solitario, incapaz de meter un putt. Por detrás, un Paul Lawrie decidido a restarse años en el carnet de identidad firmó la mejor vuelta del día con seis golpes bajo el par y empataba en segunda posición. Dos jugadores con muchas opciones de meterse en el equipo europeo de la Ryder Cup y por encima de ellos, incluidos los que hoy no jugaban, Luke Donald: el mejor jugador del mundo.

Es su segundo triunfo esta temporada después de que en marzo consiguiera el Transitions Championship y se convierte en el tercer jugador capaz de defender su victoria del año pasado en este torneo, uniéndose a Nick Faldo y Colin Montgomerie. Cifras y récords batidos a parte, lo que verdaderamente significa este triunfo es que la temporada del inglés sigue in crescendo y que jugando a este nivel, será muy difícil encontrar un rival a la altura. El siguiente objetivo en la agenda será el Memorial Tournament, que se disputa en Ohio la semana que viene, pero la prueba de fuego llegará a mediados de junio en el U.S. Open.

Álvaro Quirós terminó en un meritorio décimo puesto después de finalizar hoy con 70 golpes, mientras que Rafael Cabrera-Bello lo hizo con solo uno más, y consiguiendo un otro top 15 en la que está siendo su mejor temporada como profesional. Jose María Olazábal finalizó el 27º y Miguel Ángel Jiménez el 39º. La peor noticia del día llegó de la mano de Pablo Martín, que estaba firmando su mejor participación del año pero que hoy, después de firmar 78 impactos, no pasó del puesto 53º. Jose Manuel Lara ocupó la 56º posición y Pablo Larrazábal la 65º.