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Zona Pro

Olazábal se enfrenta a decisiones muy complicadas de cara a la Ryder

Enrique Soto | 02 de febrero de 2012

José María Olazábal elegirá sólo a dos jugadores en el próximo equipo europeo de la Ryder Cup. El español lo ha explicado de una forma muy sencilla: “Cuantos más elijas, menos valor le das a los jugadores que terminan en el top 10”. Es la voz del sentido común y envía un mensaje a todos los aspirantes del viejo continente: si quieren formar parte del equipo que jugará en Medinah, tienen que estar a la altura y ganarse el puesto.

Es solo un jugador menos de los que eligió Colin Montgomerie para Celtic Manor en 2010, y a estas alturas de temporada puede parecer un dato irrelevante. No lo es. El español se enfrentará a decisiones muy difíciles en los próximos meses y esos dos puestos disponibles para el equipo serán uno de sus mayores quebraderos de cabeza.

Cuando Europa ganó la última Ryder, muchos de sus jugadores terminaron la temporada de forma arrolladora. Graeme McDowell derrochaba confianza y los domingos que jugaba un torneo daba auténticas exhibiciones; Ian Poulter trasladó su agresividad en el matchplay al juego por golpes y también consiguió ganar, o todavía más importante, sumaba top 10 con una facilidad insultante. Lee Westwood llegó a ser número uno del mundo y destronó a un tal Tiger Woods. Era la columna vertebral del equipo que triunfó en Gales y, en tan solo unos meses, llegó a dominar el golf mundial.

Ha pasado más de un año desde aquellos días y algunos de esos jugadores ya no son intocables. Poulter necesitará algo más que su solitaria victoria de 2011 y un montón de puestos a mitad de tabla para entrar, al igual que Graeme McDowell, que no consiguió ganar el año pasado y dejó muy malas sensaciones en muchos torneos. No se trata solo de entrar en el equipo, sino de llegar en buena forma a Medinah. Europa les necesita para ganar y, ahora mismo, son la parte más dañada de su estructura.

Junto a ellos, Lee Westwood, Martin Kaymer, Rory McIlroy y Luke Donald parecen intocables de cara a la competición. No solo se espera que se clasifiquen, sino que lo hagan fácilmente como serios candidatos para ganar un major. Suman en total siete jugadores y quedan cinco puestos vacantes.

Sergio García parece el mejor clasificado para el octavo puesto. El español ha vuelto por sus fueros y a finales del año pasado desató su potencial: dos victorias en dos semanas. Con tan solo dejarse llevar Sergio no sólo es capaz de clasificarse, sino de hacerlo con más puntos que nadie. Él lo desea más que nunca y su presencia, a día de hoy, parece segura.

Ross Fisher, Peter Hanson, Padraig Harrington, Miguel Ángel Jiménez, Edoardo y Francesco Molinari son los componentes del equipo de 2010 que más difícil lo tienen para entrar este año. Francesco puede conseguirlo si despliega el nivel que no demostró en 2011 y Miguel Ángel es capaz de luchar contra el tiempo y las leyes naturales, pero lo tiene muy difícil. Si contamos a los jugadores que a priori son fijos tan sólo quedan cuatro puestos disponibles.

Paul Casey era la elección razonable para Montgomerie en Celtic Manor, pero finalmente optó por Harrington. Este año el inglés se ha lesionado nada más comenzar la temporada pero sus ganas de entrar en el equipo pueden sacar lo mejor de su juego. No es un candidato fijo, pero sí un nombre a tener en cuenta. Un caso muy similar al de Matteo Manassero. Es evidente que el italiano jugará la Ryder en múltiples ocasiones pero, ¿será este año la primera? Sería una gran elección por parte de Olazábal pero la competencia es dura. No obstante, la manera de convencer al capitán para que apueste por el italiano está clara: una gran victoria ante los mejores del mundo.

Uno de los tapados para la presente edición podría ser Robert Karlsson, quien no jugó en Celtic Manor por una lesión. El sueco tiene ya 42 años pero su físico es más fuerte que muchos golfistas más jóvenes y si está en forma es una auténtica máquina de precisión, capaz de desesperar con su regularidad. Justin Rose y Robert Rock también tienen opciones y actualmente están en el equipo provisional, pero sus nombres generan más interrogantes que confianza pese a la gran victoria del segundo en Abu Dhabi.

Hay dos españoles más en la carrera: Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández-Castaño. Cabría pensar que con un capitán español las dos elecciones tirarían hacia el producto nacional, pero no es el estilo de Olazábal. Al igual que Severiano, si le dieran a elegir entre hacer lo que parece justo y la victoria no tendría ninguna duda. Ballesteros eligió a Nick Faldo y a Jesper Parnevik en 1997 para la Ryder de Valderrama y Chema hará lo mismo para Medinah: escogerá a los mejores.

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