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Zona Pro

Once hombres para recuperar una Ryder

Israel Sastre | 16 de octubre de 2014

Poco ha tardado la PGA de America en dar respuesta a la demanda que existía por parte de jugadores, analistas, críticos y demás agentes relacionados con el mundo del golf en EE. UU. de dar un lavado de cara a la elección de capitán y al modo de trabajo de cara a la próxima Ryder Cup. Tras la debacle de Gleneagles y con las redes sociales y los medios incendiando y disparando para todos los lados, la PGA Americana ha decidido abrir las puertas al aire fresco y, al estilo del equipo europeo, ha creado un grupo de trabajo formado por once hombres que se encargarán de evaluar todos los aspectos de la Ryder, desde la selección del capitán y jugadores, las razones de los últimos fracasos así como la forma en la que se debe afrontar y jugar esa semana. Los americanos están heridos en su orgullo y ganar la Ryder Cup dentro de dos años en Hazeline es, más que un objetivo, una urgencia vital.

El grupo de once hombres que han de establecer las pautas para cambiar la tendencia perdedora de los yanquis esta formado por tres directivos de la PGA Americana: Derek Sprague, Pete Bevacqua y Paul Levy; tres excapitanes del equipo: Davis Love III, Raymond Floyd y Tom Lehman; y cuatro jugadores: Phil Mickelson, Jim Furyk, Rickie Fowler y Tiger Woods. ¿Pedía Mickelson apertura, consenso y más consulta a los interesados? Pues aquí la tiene y en ración doble.

Lo primero que llama la atención es el poco peso que la propia organización de la PGA se deja en el grupo de trabajo, señal de que la autocrítica funciona y han sido permeables a todas las sensibilidades que se han puesto de manifiesto a la hora de buscar otras soluciones diferentes a las que se han estado manejando hasta ahora. Eso, o que ser los responsables de una cuarta derrota consecutiva les hubiera entregado a masas enfurecidas con horcas ardiendo por las calles de EE. UU. y no estaban por la labor.

Otro de los aspectos llamativos es que Rickie Fowler se encuentre dentro del grupo en vez de jugadores como Bubba Watson, Hunter Mahan o Zach Johnson, prueba palpable de que está convirtiéndose en uno de los pesos pesados del circuito a pesar de su juventud. La madurez en lo personal y en el juego que ha mostrado este año ponen en la mesa que debe ser la némesis de Rory McIlroy en los años venideros dentro de le equipo americano.

Por otro lado, los tres excapitanes escogidos para la misión, Davis Love III, Raymond Floyd y Tom Lehman, fueron los que lideraban los equipos que cayeron en Medinah (2012), en The Belfry (1989) y en The K Club (2006) respectivamente. La PGA ha hecho suyo el proverbio japonés que dice que se aprende poco con la victoria, en cambio, mucho con la derrota y de esta manera, el análisis de los fallos cometidos ha de servir como punto de partida para el grupo formado.

Junto a los capitanes y los directivos de la PGA se han sumado cuatro jugadores. Los elegidos han sido Phil Mickelson,Tiger Woods, Jim Furyk, Steve Stricker y el mencionado Rickie Fowler. Si miramos al currículo de todos, Tiger Woods solo ha jugado en un equipo ganador al igual que Stricker, mientras que Mickelson y Furyk lo han hecho en dos, pero eso después de estar en 10 y 9 respectivamente, y Fowler ha perdido las dos Ryder que ha jugado y no ha ganado ni un solo partido en las dos ediciones. Esta claro que ahí hay mucha sed de venganza y mucha frustración que bien manejada puede resultar explosiva, aunque más de uno se pregunta por la idoneidad de los elegidos dado su historial.

Al que se echa en falta es a Paul Azinger, que al igual que las chicas guapas que saben de su tirón, se hace querer y de momento da calabazas al grupo de trabajo. Según el exitoso capitán, señalado por Mickelson como el genio estratega capaz de dar con el truco para ganar una Ryder, lo que ocurre es que todavía no está preparado para unirse al grupo, que ya en la reunión que tendrá en noviembre con la PGA tomará una decisión. Lo dicho, tiene pinta de ser más un dejarse rondar que una excusa real, eso o que realmente no cree que lo que funcionó en 2008 pueda trasladarse casi una década después.

Así las cosas, los once (doce si finalmente Azinger se une) tendrán que buscar huecos en sus agendas para poder reunirse y poner sobre la mesa las soluciones sugerencias y métodos que creen más adecuados para interrumpir la racha triunfal del equipo europeo. Pero después de todo lo que han organizado, todavía nos queda una pregunta en el aire: ¿de verdad es tan complicado decirle a Fred Couples que se encarge del asunto?

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