La cuarta jornada del Rolex Trophy fue suspendida a las diez por la amenaza de tormentas en la zona. En aquel momento, ninguno de los primeros clasificados había pegado un solo golpe en el Golf Club de Genève, por lo que tuvieron que contener sus ganas y gestionar la presión durante varias horas más. No fue hasta las tres de la tarde cuando el juego se reanudó.
Adrián Otaegui partía a un golpe de los líderes, el portugués José-Filipe Lima y el sueco Jans Dantorp. Esos momentos de espera previos a la competición parecieron afectarles a ambos, ya que no fueron capaces de recortar golpes al campo en sus seis primeros hoyos del día, dejando la puerta abierta al resto de aspirantes. Lima firmó un doble bogey y dos birdies, mientras que Dantorp también cometió un doble error en el 3 y consiguió un acierto en el 5. Adrián, sin embargo, no titubeó.
Cuatro pares y un birdie fueron el comienzo del joven jugador vasco, que busca esta semana su primera victoria en el Challenge Tour. Dos pares más antes de que la luz se disipara en Suiza le dejan con once pruebas pendientes, once hasta la victoria. El ritmo de birdies ha decrecido a medida que el torneo llega a su fin, por lo que ser capaz de minimizar los daños de un mal impacto está resultando ser determinante.
Con menos presión salió otro español, que a priori partía con menos opciones pero que hizo lo que necesitaba para aspirar a su segundo triunfo del año. Jordi García Pinto jugó doce hoyos de esta cuarta jornada, firmando cinco birdies por tan solo un bogey, como si esa victoria en Kenia le hubiera dado alas para aspirar a más. Con seis pruebas pendientes, partirá a solo dos impactos de los líderes, por lo que no sería nada raro verle en la brecha de nuevo.
Agustín Domingo es decimosexto con un acumulado de menos ocho, también con seis hoyos por jugar. La cantidad de euros a repartir esta semana es de 228.000, por lo que cualquier puesto que cualquiera de los tres españoles consiga arañar les serviría de mucho de cara a la orden de mérito del circuito.
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