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Otra vez Branden Grace

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Enrique Soto | 07 de octubre de 2012

“He estado soñando con este momento toda mi vida”

Que Branden Grace era un jugador de gran talento no era ningún secreto. En tan solo cuatro meses en el Circuito Europeo había conseguido tres victorias gracias a un dominio portentoso del driver y una confianza a prueba de bombas en los greenes. Branden galopaba entre los mejores del continente como quien estaba destinado a hacerlo desde hace años, con la naturalidad de los viejos campeones. Esta semana ha ido más allá. Tras ganar el Alfred Dunhill Links Championship su nombre figura junto al de Severiano Ballesteros, Bernhard Langer, Colin Montgomerie, Nick Faldo o su compatriota Ernie Els como cuádruples ganadores en la misma temporada del circuito. Sin dominar el golf como lo hicieran estos hombres, Grace anticipa grandes momentos para los próximos años. Solo un jugador ha conseguido el mismo número de victorias durante los últimos meses, y se encuentra en el número uno del Ranking Mundial.

Pero evitando agravios comparativos, basta con ver el despliegue del sudafricano esta semana para comprender la magnitud de sus posibilidades. En la primera jornada batía el récord de Kingsbarns, en la segunda ampliaba su ventaja tras firmar 67 golpes en el Old Course de St. Andrews y en la tercera sufrió como cualquier otro jugador esta semana en el oficioso y enloquecedor Carnoustie; de nuevo bajo par con 69 impactos. Con una ventaja de cinco, gestionó el ataque final del también talentoso Olesen para cerrar el torneo. Esa ardua tarea ante la que muchos sucumben y en la que Grace ha erigido un monumento en lo que llevamos de año. No hay oportunidad que se le resista.

Más allá de las cifras y los récords, a veces mentirosos, merece la pena fijarse en dos aspectos de su golf capaces de quebrar las trampas de cualquier recorrido. Grace pega una bola baja y muy larga con su driver, que desnuda los viejos campos de Escocia pero también funciona en los kilométricos hoyos diseñados en la actualidad. Desde el centro de la calle, con un hierro corto en las manos, no es el jugador más preciso del mundo porque, hasta ahora, no le ha hecho falta. Durante cuatro semanas de esta temporada ha sido capaz de confiar tanto en su putter como en su capacidad de responder a los errores a lo largo de sus vueltas. Ahora sí, ahí van los números de esta semana: un promedio desde el tee de más de 300 yardas y menos de treinta putts por vuelta. Un total de veintidós bajo par en cuatro días.

“He estado soñando con este momento toda mi vida”, declaró Grace al poder sostener un trofeo en el puente de St. Andrews. “Tenía la carne de gallina esta mañana pensando en Louis (Oosthuizen) y la posibilidad de ganar aquí”. Y para confirmar la enorme seguridad que tiene desde el tee, el sudafricano declaró: “Fue un día duro, pero el putter empezó a funcionar y es todo lo que necesitaba”. Jugar en una buena posición desde cada hoyo con la certeza de que en los greenes la bola terminará cayendo.

De este modo, un jugador que comenzó el año en el puesto 271º del Ranking Mundial entra esta semana entre los cuarenta mejores, asegurándose su presencia para las grandes citas el próximo año. Al finalizar la tercera jornada, definió sus triunfos como “el combustible” para otros venideros. Ahora es decimosegundo en la Race to Dubai, y sentenció: “Está definitivamente dentro de mis objetivos”.

Thorbjorn Olesen realizó su séptimo top10 de la temporada al finalizar a dos golpes del ganador, en segunda posición en solitario. Alexander Noren, a cuatro impactos, fue tercero. El mejor español fue Gonzalo Fernández-Castaño, vigésimo noveno con un global de menos diez. Alejandro Cañizares fue trigésimo cuarto con menos nueve y Pablo Martín sexagésimo tercero con menos cinco.

Resultados completos