Pablo Larrazábal, brillante campeón del Abu Dhabi HSBC Golf Championship, sumaba su tercer título en el European Tour firmando una gran última vuelta de 67 (-5) y acumulando 14 bajo par en el total para imponerse por un golpe de ventaja al norirlandés Rory McIlroy y el estadounidense Phil Mickelson.
Pablo, nacido en Barcelona el 15 de mayo del 83, se hizo profesional en 2004 y logró su primera victoria en el Alstom Open de Francia de 2008, un triunfo que le valió para ser reconocido como “rookie del año” del European Tour. En 2011 protagonizó uno de los finales más emocionantes del Tour al imponerse en el quinto hoyo de play-off a su amigo Sergio García, en el BMW International Open celebrado en Múnich.
El catalán, que partía a tres golpes del líder en esta jornada final, lleva mucho tiempo demostrando una impresionante regularidad y ya son 16 los top ten que suma desde su último triunfo en 2011. Además, con este tercer título asciende al séptimo puesto en la Race to Dubai, se coloca decimosegundo en la clasificación para la Ryder Cup y se sitúa entre los 55 primeros del ranking mundial.
Como es lógico, el barcelonés se mostraba exultante en las declaraciones recogidas por María Acacia López Bachiller, jefe del Circuito Europeo en España.
«¡Todavía no me lo puedo creer! Estoy muy contento. He peleado hasta el final delante de pedazo de jugadores como Rory McIlroy y Phil Mickelson, dos de los mejores del mundo, lo que hace que la victoria sea mucho más especial», explicaba a vuelapluma Pablo, con la adrenalina aún a flor de piel.
«Llevaba tiempo trabajando muy duro, más de dos años. y sobre todo durante las seis últimas semanas sin coger vacaciones, pero aquí está la recompensa. Cuando pones todo tu esfuerzo y te machacas de verdad hay veces que te cuesta creer que algún día vas a obtener el resultado. Por eso hoy estoy feliz y tengo que agradecérselo a mi familia y a todo el equipo que me rodea, sobre todo a Callaway, mi patrocinador. Sólo mi familia y mi equipo saben lo mucho que me ha costado llegar hasta aquí y les agradezco su constante apoyo», añadía el español, que sigue añadiendo títulos de calidad a su palmarés.
Con respecto al recorrido, Larrazábal tiene claro que le gustan los desafíos y no los campos que fomentan los festivales de birdies.
«Este campo (Abu Dhabi Golf Club National Course) es difícil pero me gusta mucho, tienes que colocar la bola y si no lo consigues… te metes en problemas. Prefiero este tipo de campos estrechos que te obligan a concentrarte y esforzarte más, son los que me gustan».
Como consecuencia de esta sintonía llegaron sus mejores vueltas en el torneo, dos jornadas que le han llevado a tocar la gloria en Abu Dhabi.
«Ayer le pegué muy bien de tee a green cogiendo muchas calles, pero hoy incluso lo he hecho mejor. El birdie del hoyo 13 me dio mucha confianza y me hizo ver la posibilidad de ganar aunque sabía que iba a necesitar alguno más. En el 18, consciente de que todo dependía de mí, he pegado una gran madera cinco en todo el centro, uno de los mejores golpes de mi vida; el putt era de un poco más de dos metros y sabía que tenía que meterlo para no salir a play-off. ¡Y lo conseguí! Aunque he terminado agotado mentalmente».
Por supuesto, el tremendo salto que da en el ranking mundial y en la clasificación para la Ryder, con la temporada recién iniciada, hace que la pregunta sobre futuros objetivos sea obligada.
“No, no quiero pensar en la Ryder Cup, sería presionarme mucho y eso está muy lejos. De momento, a seguir paso a paso, semana a semana; ahora tengo que volver a estudiar mi calendario. Mi hermano Álex dice que la primera victoria (Alstom Open de Francia 2008) fue la del talento, la segunda (BMW International Open 2011) me demostró que podía creer en mí, y esta tercera ha significado el triunfo de todo un equipo».
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