El FBI, a instancias de la SEC (el equivalente estadounidense de la Comisión Nacional del Mercador de Valores) está investigando a Phil Mickelson por un supuesto caso de tráfico de información privilegiada en la que también estarían imlpicados el multimillonario Carl Icahn y el célebre apostador William Walters, según informa el New York Times en su edición del viernes.
La investigación se puso en marcha en 2011 a raíz de cierta actividad inusual en las acciones de la empresa Clorox, una entidad por la que Icahn presentó una oferta de adquisición y cuya cotización en bolsa se vio afectada por esta maniobra fiscal. Según las autoridades federales, Icahn podría haber filtrado datos de su oferta a Walters, quien a su vez habría facilitado la información a Mickelson, conocido suyo. Además, el FBI también está investigando las inversiones posteriores de Walters y Mickelson en otra empresa alimenticia.
Tanto Icahn como los representantes legales de Phil Mickelson, encabezados por el abogado Glennn Cohen, declararon que no son conscientes de la existencia de ninguna investigación y hasta el momento nadie ha sido acusado formalmente de ningún delito.
Sin embargo, parece que dos agentes del FBI abordaron a Mickelson el jueves al finalizar su vuelta en The Memorial y quisieron hablar con él sobre la investigación, pero el golfista estadounidense les remitió a su abogado.
Habrá que ver cómo evoluciona esta historia que ha saltado a los titulares de las principales cabeceras del país (como el New York Times y el Wall Street Journal). Al margen de las posibles implicaciones legales, queda claro que el caso que podría influir notablemente en el rendimiento de Phil Mickelson en el próximo US Open que tendrá lugar dentro de quince días en Pinehurst.
Deja un comentario