• No somos demasiados, pero hay bastantes españoles que te encuentras por todas partes a lo largo del recorrido de Medinah. Me ha llamado la atención dos grupos de fenómenos que han estado estos días por aquí: la cuadrilla de Alejo y todos los donostiarras son fácilmente distinguibles por sus camisetas de la Real Sociedad con el nombre de Olazábal a la espalda; y la plana mayor de la Federación de Golf de Madrid, con su presidente Ignacio Guerras a la cabeza.
• Aunque lo que predomine en el campo, y de manera abrumadora, sea el público masculino y de cierta edad, el público femenino es también abundante por los distintos recovecos del Medinah Country Club. Sobre todo en las carpas de hospitalidad, donde abundan los grupitos de esas rubias americanas (sí, como la mujer de Phil) que departen amigablemente entre ellas mientras siguen las partidas por las pantallas gigantes en animadas conversaciones tomándose sus daiquiris y combinados.
• De manera generalizada, pero especialmente José María Olazábal, se dispensa un trato impecable y preferencial hacia los periodistas españoles que nos encontramos en el Media Center. Todos los días, después de la rueda de prensa oficial, el bueno de Chema departe un rato en castellano con los pocos medios de comunicación nacionales que han venido a Medinah a cubrir in situ la competición… y lo hace de manera bastante más suelta que cuando está en el estrado.
• Entre todos los uniformes, policías y gentes de guardar que hay en Medinah, llaman especialmente la atención los Mobile Device Policy Enforcement. Estos agentes de la PGA que se ponen alrededor de los tees y greenes para señalarte con un más que aseverativo ‘You, don’t take photos’ cada vez que sacas la cámara o el móvil para, aunque sea, retratar al que tienes al lado. Al principio dan un poco de miedo e imponen bastante (véase el tonelaje del «cazador cazado» en la fotografía adjunta), pero la realidad es que no dan abasto.
Deja un comentario