Protagonistas del año: Inbee Park

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Protagonistas del año: Inbee Park

Enrique Soto | 24 de diciembre de 2013

Inbee Park partía con cuatro golpes de ventaja en la última jornada del US Women’s Open y nadie dudaba de que fuera a conseguir el triunfo. Nadie. Ni el público, ni los analistas de la televisión, ni cualquiera de las participantes en el Sebonack Golf Club. Era el tercer grande que se disputaba en 2013 y el tercero que iba a parar a sus vitrinas en apenas unos meses, ya copadas por multitud de éxitos a sus veinticinco años. Es la número uno del mundo, la más regular y toda una referencia en el golf femenino. Cualquier adolescente que esté pensando en llegar a la élite la está mirando a ella. Estos han sido sus resultados a lo largo del último curso:

– Seis victorias: Honda LPGA Thailand, Kraft Nabisco Championship, North Texas LPGA Shootout, LPGA Championship, Walmart NW Arkansas Championship, US Women’s Open.
– Veintitrés torneos disputados, veintidós cortes superados y diez top 10.

Más interesante aún que pararse a contemplar sus victorias es el cómo se han producido. Inbee no se encuentra entre las primeras clasificadas en distancia con el driver ni greenes en regulación, sino que sus mejores números han llegado con el putter. Suele afrontar un buen número de intentos de entre dos o tres metros, los que se deja aprochando o desde la arena; es ahí cuando se ve su principal ventaja frente al resto de rivales. El hoyo, para ella, bien podría parecerse a una aspiradora, pero lo más incisivo de su juego parece llegar cuando falla. Será porque la derrota es el lugar donde se fraguan los triunfos y Park, como todas, también tuvo malas rachas. Entre el 2008 y finales de 2012 no terminó primera ni una sola vez. “Pensé que nunca volvería a ganar”, declaró este año. “Lo acepté”.

Pero esos malos tiempos la hicieron fuerte, al menos por dentro. “Fallaba unos nueve o diez greenes por vuelta. Intentar recuperar desde cualquier sitio me dio mucha concentración; muy buena concentración y experiencia a la hora de embocar los putts importantes”. Y esa ha sido su principal virtud a lo largo de este año mágico, en el que igualó un récord de Babe Zaharias que parecía imbatible en la actualidad. En una rueda de prensa durante aquella semana de US Open, un periodista le preguntó cómo era posible que pareciera tan tranquila con toda la presión a sus espaldas. Ella contestó: “Creo que es porque soy muy feliz en el campo. Me siento tranquila. Soy mejor persona cuando estoy jugando. Fuera, siento la presión y lo mismo que cualquier otra persona, pero en el campo, se trata solo de la bola y los palos. Cuando tengo eso me siento liberada”.

Es el signo de una profesional desatada, tan confiada en sus posibilidades que solo debe preocuparse por jugar, o como decía Bob Rotella: “En el primer hoyo, un golfista solo debe esperar dos cosas de sí mismo: divertirse y concentrarse adecuadamente en cada impacto”. El trabajo de Park durante 2013 fue pasear. “Sé que tengo todavía un largo camino por delante”, comentó en Sebonack. “Al igual que lo que Yani, Annika o Lorena consiguieron. Todavía queda mucho y tengo mucho por aprender. Sí, todavía estoy aprendiendo”.

En el British Women’s Open, la cita donde podía convertirse en la única en ganar cuatro grandes en una temporada, se vieron por fin algunas de sus carencias. Después de varias semanas de entrevistas, viajes a Corea y halagos, Inbee demostró que había perdido algo de esa excelencia. No volvió a ganar después de aquel US Open, pero su mandato sigue tan vigente como su número uno. En la última prueba del año fue quinta y a buen seguro amenazará en 2014 con dar otro zarpazo a la historia.