Jacobo Pastor, amateur madrileño que ha pasado los últimos años compitiendo en la Charleston Southern University de División I de la NCAA, ha regresado a España después de alcanzar los cuartos de final del British Amateur. Después de ser el mejor español en la fase medal-play y de superar brillantemente las primeras eliminatorias directas, Jacobo cayó ante el austriaco Matthias Schwab y ahora nos cuenta cómo fueron las últimas jornadas del torneo.
¡Hola a todos!
Después de la semana del British Amateur creo que es buen momento para recapitular lo que he vivido en el torneo y dar un repaso al último partido, el cruce de cuartos de final que perdí contra el austriaco Matthias Schwab. Como es lógico, en líneas generales estoy muy satisfecho por quedar entre los ocho mejores de un torneo como este, aunque me dé pena no haber conseguido ir un poco más allá. Pese a la gran calidad de mis rivales, la final no estaba tan lejos…
Con respecto al partido de cuartos, desde el día anterior por la tarde hizo muy malo en Royal Troon que, curiosamente, era lo que estaba previsto para el día anterior (en el que me tocó jugar dieciseisavos y octavos), y el campo estaba algo encharcado. En resumidas cuentas, día de supervivencia y de búsqueda de pares. Por otro lado, Yago Beamonte, que me ayudó mucho el día anterior, tuvo que regresar con la expedición española y Ernesto Fernández de Gamboa me cogió un caddie local que era bastante majo.
La verdad es que le pegué mal al drive, sobre todo en la segunda vuelta, y en un campo como Royal Troon eso te complica mucho la vida. A eso hubo que sumarle dos o tres momentos puntuales, esos detalles que decantan los partidos en match-play, y así es como se me fue el partido. Os cuento:
En la primera vuelta empecé ganando el hoyo 1, luego Matthias me ganó el 2 y el 3 con dos birdies muy buenos, le igualé con birdie en el 4, y en el 5 me lié en un búnker pese a que tanto el caddie como yo creíamos que era un tiro perfecto, pero debió de dar un mal bote y se quedó en mal sitio.
El 6, par 5, fue uno de los momentos importantes porque yo estaba bien colocado de tres y Matthias andaba fuera de posición. Al final se dejó un putt de metro para salvar el par y yo tenía uno de 6 metros para birdie, pero mi intento casi entra y se pasó un metro y medio. No metí el de vuelta y perdí un hoyo que tenía prácticamente ganado, con lo que me puse 2 abajo.
El 7 lo empaté salvando el par y sufriendo mucho después de fallar un golpe desde el rough; el 8, el “sello de correos”, lo gané con un buen birdie y me puse uno abajo; y el 9 volvió a ser importante, ya que él se complicó la vida por la izquierda y sabía que con par ganaba el hoyo, pero me quedé muy lejos de bandera (que estaba difícil y larga) e hice tres putts. No empaté el partido y lo pagué, porque a partir de ahí empecé a pegarle muy mal al driver.
En el 10 tuve que limitarme a sacarla a calle con el segundo golpe y perdí el hoyo. A continuación, en el 11, le pegué al driver tal y como quería, pero no medimos bien, o el viento cambió, o algo así, porque la bola no llegó a la zona donde pretendíamos y se quedó muy mal. Otro momento clave fue el 13, ya que pegué muy buen tiro, pero fallé un putt para birdie de tres metros. En el 14 y el 15 estuve mal y Matthias cerró el partido.
La verdad es que puede sonar a discurso de mal perdedor, y en absoluto pretendo dar esa impresión porque creo que sé encajar bien las derrotas, pero no le vi muy superior a mí. No es de esos jugadores de los que piensas ¡uf! Es aguerrido, tiene oficio y yo no anduve fino, pero en una competición como esta juegas tantas rondas y salen tantos días diferentes que al final todo acaba pesando. Me fastidió un poco que fuera tan factible meterse en la final, porque yo no vi la semifinal, pero me han contado que no estuvo cara. Mi rival de cuartos, Matthias Schwab, se metió en la final aunque cayó ante el escocés Alan Dunbar. De todos modos, tampoco le puedo dar demasiadas vueltas al asunto porque las finales hay que ganárselas en el campo.
La verdad es que ha sido una experiencia muy bonita y la he disfrutado al máximo, y se nota el apoyo de la gente (tanto los que estaban allí como los que me seguían por internet) y es curioso jugar delante de las cámaras. Aun así, he ido muy tranquilo todos los días, ganara o perdiera, y era consciente de que mi vida no iba a cambiar. Es el mejor campeonato amateur, pero ya ha terminado y ahora tengo que pensar en las próximas citas.
Y si os parece, dado que esto ya está quedando un poco largo, en la próxima entrada del diario os hablaré de los próximos campeonatos que voy a jugar y de cómo se plantea el resto del año.
Pero si me echáis de menos, el martes 26 a las 22 h me tenéis en On The Tee junto a Hugo Costa, Álvaro Beamonte, Óscar Díaz y Carlos Palomo, y daremos un repaso al torneo y a mis planes de futuro. Tendré que andarme con ojo, que sé que los “locos por el golf” andan rebuscando material comprometedor…
¡Hasta pronto!
Jacobo
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