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Rafa estaba esperando este torneo

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Enrique Soto | 07 de noviembre de 2013

Toda una temporada trabajando desde el silencio. No ha sido un año fácil para Rafael Cabrera-Bello, ganador del Omega Dubai Desert Classic en 2012, firme aspirante a revalidar triunfos y acostumbrarse a competir en las grandes citas, como aquellas dos enormes primeras jornadas en el Bridgestone Invitational. Pero el 2013 ha sido oscuro, tranquilo y, por momentos, desesperante. Solo dos top 10 en nueve meses para un jugador que no ha debido cambiar en exceso sus hábitos en el entrenamiento no hacen sino explicar la dureza con la que el golf golpea en ocasiones.

El BMW Masters fue un soplo de aire fresco en toda esta batalla contra la escasez de recompensas. Rafa salió en el último partido junto al ganador, Gonzalo Fernández-Castaño, y pudo saborear de nuevo la presión por la que estos hombres pelean cada día. Un 73 final fue insuficiente para crearse opciones de victoria, pero sí puede que bastara para liberar de nuevo lo mejor de su repertorio. Dos semanas después, en la primera jornada del Turkish Airlines Open, respondió a un bogey en su primer hoyo del día con un eagle en el segundo, como si se hubiera sacudido de un plumazo todas las dudas de antes. Lo que vino a continuación fueron seis birdies en nueve hoyos.

Fue un día raro para el país que une Europa con Asia. Tras gastarse una buena cantidad de dinero en publicitarse como destino de golf, el cielo les recompensó con una tormenta que duró toda la noche y parte de la mañana, retrasando hasta tres horas las salidas. Muy pocos consiguieron finalizar el diseño de Colin Montgomerie, incluido el grancanario. Firmó un bogey en el 7, su última prueba del día, y se marchó a casa club mientras el campo se quedaba a oscuras. Su acumulado de menos seis es la segunda mejor vuelta parcial del jueves, a un solo impacto de las que llevaban Paul Casey, Darren Fichardt y Steve Webster, con más hoyos por delante.

Ya saben lo que sucede con estos jugadores cuando se enfrentan a un campo blando, donde la bola aterriza con suavidad en los greenes: avalancha de birdies. El caso más flagrante fue el de Webster, que no cometió y errores y apuntó siete aciertos en su tarjeta, como si fuera lo habitual en este deporte. Casey, que tampoco anduvo muy lejos, lo resumió así: “Probablemente apunté con demasiada frecuencia a bandera, pero hoy era el día para hacerlo; si podías aprovechar la oportunidad con una buena distancia, era obligatorio. Sacar ventaja de estas condiciones y ver qué sucede con el resto”.

Lo que aconteció fue una presentación de decenas de candidatos al título: Ricardo González, Thorbjörn Olesen, Goerge Coetzee, Peter Uihlein, Thomas Björn o Justin Walters desde el menos seis o Kieffer, Jacquelin, Derksen, Waring, Donaldson o Fraser con menos cinco son solo unos pocos. También habrá que contar con Henrik Stenson, líder de la Race to Dubai y con menos cuatro tras solo diez pruebas, al igual que con sus compañeros de partido, Justin Rose y Tiger Woods, que solo consiguieron recortar un golpe al campo.

Pablo Larrazábal sí consiguió finalizar y entregó 68 impactos que le sitúan provisionalmente decimoctavo, aunque probablemente termine en un puesto algo más retrasado dado el ritmo de aciertos. Mismo resultado para Alejandro Cañizares en el 13, seguido por Eduardo de la Riva y Miguel Ángel Jiménez con menos uno en el mismo hoyo. Este es uno de esos torneos en los que solo sirve acelerar, ver las cosas muy claras y tener la confianza que ha demostrado Rafa en 16 hoyos. Puede que sea su gran semana.

Resultados completos