Si ya despejaba cualquier atisbo de duda el viernes con su segunda vuelta consecutiva de 66 golpes, Rory McIlroy ha dado lo que parece ser la estocada definitiva en esta edición del Open Championship. El comienzo no era el soñado, y a su bogey inicial le seguían errores que amenazaban con minar la moral de un Rory que tenía todavía mucho espectáculo por dar.
«He tratado de darle al público motivos para animar, y voy a intentar hacer lo mismo mañana», describía Rory una de esas vueltas mágicas que quedan en la retina.
En un alarde de paciencia del norirlandés, en una vuelta que amenazaba con írsele de las manos, Rory ha sabido sacar la garra que le caracteriza y, con un final de los que dejan huella, el norirlandés ha conseguido abrir un hueco de seis golpes con Rickie Fowler.
«Siento que hoy mi paciencia ha sido recompensada. No he tenido el mejor de los comienzos. He tenido opciones de darle la vuelta y hacer algunos birdies, pero en vez de eso he perdido golpes. Obviamente el final habla por sí mismo. Sentía que estaba «driveando» bien y que podía aprovechar el 16 y 18″, afirmaba McIlroy.
Una trayectoria diferente ha llevado el joven Rickie Fowler en la jornada del movimiento. Sus cuatro birdies en los primeros seis hoyos le acercaban a un Rory que no estaba atravesando su mejor momento. Unos segundos nueve hoyos al más puro estilo ascensor (con tres birdies y tres bogeys) le mantienen a a una distancia muy difícil de salvar con tan solo 18 hoyos por delante.
«Estoy satisfecho con mi vuelta, he tenido muy buenos doce hoyos y luego, he dejado escapar tres golpes al final. Mañana voy a tratar de tener un inicio como el de hoy, porque jugando con Rory, si soy capaz de tener un buen comienzo, quizás pueda meterle un poco de presión ya que él es quien tiene el control del torneo», declaraba Fowler, que saldrá en el partido estelar en Royal Liverpool.
En su primer test serio tras su vuelta a los campos, Tiger Woods ha vuelto a perder terreno con respecto a las posiciones de arriba con una tercera vuelta llena de errores, mostrando un estado de forma muy lejos de ser óptimo. Dos dobles bogeys y sendos triples bogeys han lastrado las tres rondas del norteamericano, que desde las últimas posiciones de la tabla verá el desenlace del torneo desde un segundo plano.
«Estoy empezando a acostumbrarme a competir otra vez, pero he cometido demasiados errores. No puedes hacer resultados tan altos y esperar estar en la pelea, especialmente si las condiciones de juego son tan benignas», sentenciaba el californiano en lo que está siendo una vuelta complicada a la competición.
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