Royal County Down no sabe de anfitriones, ni de iniciativas benéficas, ni de escalafones. Si centráramos el discurso en el duelo entre el exigente campo norirlandés y Rory McIlroy, nos encontramos con un duro KO en el primer asalto que ha dejado al número uno del mundo desorientado y renqueante después de su 80 de la primera jornada. Nueve bogeys y ningún birdie para el número uno del mundo, de quien solo parecieron apiadarse en este inicio del Irish Open el francés Gregory Havret y el irlandés Michael McDermott, que le ahorraron el trance de ocupar la última plaza del torneo.
No descubrimos a estas alturas que McIlroy es un jugador de rachas y que cuando está en su mejor momento se encuentra a la altura de los mejores de la historia. Pero los tropiezos del norirlandés a menudo se convierten en auténticos descarrilamientos, duros de ver pero no por ello menos apasionantes. Pero al actual número 1 del mundo tampoco se le exige la regularidad maquinal del mejor Tiger y de su récord de cortes superados. Cuando brilla, sabemos que brilla como el que más, pero los estallidos estilo supernova posteriores a sus mejores momentos son igual de llamativos.
Lo más preocupante para McIlroy es que vuelve a encajar un duro correctivo en un links, terreno en el que se celebrarán los tres majors restantes de 2015 (con leves salvedades en el caso de los estadounidenses), aunque el norirlandés decía llegar en plena forma después de haber jugado tres vueltas de prácticas en el torneo, algo que hasta la fecha solo había hecho en el Masters.
«Le estaba pegando bien en la cancha de prácticas, manteniendo la bola baja con medios golpes, pero en el campo no soplaba tanto e intenté pegar golpes normales. Pero no dejaba la bola cerca y acabé con un montón de putts de tres metros para par, de los que no metí ninguno», declaraba McIlroy, decepcionado porque había prometido destinar el dinero que ganara a su fundación. «Es decepcionante porque quiero salir a jugar bien, no solo por mí, sino por muchas otras personas. Tendré que recuperarme y conseguir un buen resultado mañana. Quiero darle a los fans un motivo para vitorearme y que no tengan que dedicarme unos aplausos compasivos al salir del último hoyo».
Al menos la afición local puede aferrarse al gran resultado de otro de sus héroes, Padraig Harrington, autor de un 67 en condiciones algo más benignas durante el turno de tarde. El triple ganador de majors, ganador este año en el Honda Classic, intenta interrumpir una racha de siete años sin triunfos en el European Tour y alcanzó el liderato después de encadenar cinco birdies en seis hoyos en la segunda mitad del recorrido para alcanzar el liderato que luego también alcanzaría Maximilian Kieffer.
En cuanto a los españoles, Rafa Cabrera-Bello es el mejor en la decimocuarta plaza al par del campo, un resultado que deja claro las dificultades que ha planteado la sede del torneo, mientras que Miguel Ángel Jiménez es vigésimo sexto con +1 y Jorge Campillo y Álvaro Quirós ocupan la cuadragésimo sexta posición con +2.
Sergio García, número siete del mundo, tuvo un día muy complicado y Royal County Down no le dio ninguna tregua (más bien todo lo contrario), aunque un birdie final le permite mirar con optimismo las tres jornadas finales, ya que está a apenas ocho golpes de la cabeza y a uno de la línea del corte.
Adrián Otaegui Alejandro Cañizares Álvaro Quirós Darren Clarke Dubai Duty Free Irish Open Eduardo de la Riva European Tour Graeme McDowell Irish Open Jorge Campillo José Manuel Lara Lee Westwood Martin Kaymer Maximilian Kieffer Mikko Ilonen Pablo Larrazábal Padraig Harrington Paul McGinley Race to Dubai 2015 Rafa Cabrera-Bello Rickie Fowler Rory McIlroy Royal County Down Shane Lowry
Deja un comentario