El sudafricano Rory Sabbatini ha obtenido su sexta victoria en el PGA Tour al imponerse en el Honda Classic 2011 haciendo una demostración de cómo se gestiona una ventaja en condiciones difíciles, y exhibiendo un temple al que no nos tiene acostumbrados.
Para ello, Sabbatini tuvo que rechazar el postrero asalto del coreano Yong eun Yang (campeón de este torneo en 2009), soportar la presión de la Trampa del Oso (hoyos 15, 16 y 17 del PGA National, que tantas vueltas ha destrozado esta semana) y del viento reinante, e incluso encajar un aplazamiento de 15 minutos por tormenta eléctrica cuando el torneo estaba en su fase definitiva, interrupción que añadió algo más de suspense al ya de por sí emocionante desenlace.
Aun así, el sudafricano consiguió sobreponerse a las citadas adversidades y consiguió defender el margen de cinco golpes que se ganó en su jornada del sábado, en la que igualó el récord del campo al firmar un gran 64.
Poco después de embocar el último putt, el semblante sereno de Sabbatini, cuya última victoria se remontaba al HP Byron Nelson Championship de 2009, por fin dejó traslucir todas las emociones que había conseguido contener durante la vuelta. El sudafricano vivió un 2010 complicado a causa de varios incidentes médicos: su esposa, Amy, tuvo un problema cardiaco durante el parto de su tercer hijo y tanto a él como a su suegro se les diagnosticaron dos carcinomas en la piel y tuvieron que ser intervenidos (de ahí que ahora lleve sombrero vaquero para protegerse del sol, y que le patrocine una marca de protector solar). Como él mismo ha declarado, estas circunstancias (y las ganas de convertirse en un buen ejemplo para sus hijos) han hecho que se replantee su actitud.
“Soy un golfista vehemente. Me encanta el golf y he tenido mis momentos. No me enorgullezco de todo lo que he hecho, pero intento aprender. Intento dar ejemplo a mis hijos y, como me ha dicho mi mujer, no me gustaría que hicieran cosas que yo he hecho en el pasado”, declaró Sabbatini poco después de ganar el torneo.
Aunque el “nuevo Sabbatini” controle mejor sus emociones, queda claro que sigue amando el golf y que quiere aprovechar su buen momento. El Honda Classic era el octavo torneo consecutivo que jugaba, y también acudirá la semana que viene al Cadillac Championship y la siguiente al Transitions Championship… y no descarta acudir a Bay Hill al Invitational de Arnold Palmer.
Además del sustancioso cheque, Sabbatini gana 50 plazas en el ránking mundial (del 102 al 52), asciende al tercer puesto en la FedEx Cup y se gana una invitación a un buen número de torneos (como el Masters de este año).
Tras Yong Eun Yang, el emotivo coreano (algo raro en los jugadores asiáticos) que ya mostró su buen estado de forma eliminando a Álvaro Quirós y a Graeme McDowell en el Accenture, encontramos a un golpe al veterano Jerry Kelly, a Ricky Barnes (recuperado de sus problemas físicos y especialista en destacar en campos duros), a Tommy “Dos Guantes” Gainey y al norirlandés Graeme McDowell, que ha celebrado su cuarto puesto en el ránking mundial igualando el récord del PGA National en la última vuelta.
Tampoco podemos olvidarnos de Gary Woodland, que sigue empeñado en disputarle los honores de rookie del año al venezolano Jhonattan Vegas, ni a Luke Donald, cuyo top 10 desmiente cualquier relajación tras su triunfo en el Accenture.
Por último, aquí teneis un vídeo con los mejores momentos de la última vuelta del Honda Classic.
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