El listón estaba alto para Ryan Fox, el 62 con el que batió el récord del campo, pero el neozelandés no ha levantado el pie del acelerador durante la segunda jornada del Le Vaudreuil Golf Challenge y añadió un buen 67 para mantenerse en cabeza del torneo con un golpe de margen sobre el estadounidense Connor Arendell.
El hijo de Grant Fox, mítico apertura de los All Blacks, arrancó con fuerza y dos birdies en el tramo inicial, pero tuvo que anotarse dos errores entre el seis y el ocho, los primeros de la semana, para luego cerrar su vuelta de nuevo con fuerza y beneficiarse de un par de golpes de suerte para defender el liderato.
«Ha sido un buen día, no tanto como el de ayer, pero ha sido una buena de golf», resumía Fox. «En el 15 tuve suerte. Casi me voy fuera de límites y tuve que chipear hacia la calle, pero luego conseguí recuperar».
Por detrás de Fox, que suma dos top ten en sus tres torneos del año en el Challenge Tour, acecha el estadounidense Connor Arendell, otro de los que ha decidido seguir los pasos de Brooks Koepka y Peter Uihlein en la segunda división europea. El jugador de Florida pretende convertirse en el segundo norteamericano que gana el torneo después de Brinson Paolini en 2013, y de momento los dos 65 que se ha anotado son dos magníficos motivos para contar con este golfista.
Las esperanzas locales están centradas en Thomas Linard, tercero con -11, mientras que las españolas se centran en Borja Virto, el único que ha conseguido superar el corte y que se encuentra en la vigésimo sexta plaza con -4. El navarro, ganador en Eslovaquia y undécimo en el Challenge de España, tiene otra oportunidad para afianzar su posición entre los mejores del Challenge y asegurarse un puesto en el European Tour el año que viene.
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