Una vez más, en Copperhead el viento ejerció de criba y dejó en cabeza del Valspar Championship a un puñado de elegidos que se crecen cuando tienen que dibujar golpes con distintos efectos y saben mover la bola, unos cuantos jugadores que escapan al perfil monodimensional que piden muchos campos del PGA Tour y se ven favorecidos por una calidad especial en el golpeo con los hierros. Jugadores como Ryan Moore, líder después de 54 hoyos, y como Jordan Spieth, segundo a un solo golpe, que salieron bien parados en un día en que bajar del par se convirtió en una hazaña.
Moore, además, lo hizo sin firmar ningún bogey, una proeza notable dadas las circunstancias. Después de doce hoyos iba al par en el día y consiguió restar un golpe al campo en cuatro de los seis últimos hoyos.
«Cualquier día en este campo sin bogeys es muy bueno, sobre todo desde donde le he pegado a la bola», resumía un Moore que tuvo que batallar para mantener a cero el marcador de errores y que finalizaba con un 67 que le llevaba a -9 en el acumulado.
En una clasificación dominada por los estadounidenses su principal rival es Jordan Spieth, que empezaba en el partido estelar y acababa el día con un golpe más que Moore. Por nombre y entidad parece el principal rival de Moore, aunque hay siete jugadores en solo cuatro golpes y entre los perseguidores también están golfistas de la talla de Patrick Reed, Matt Kuchar, Henrik Stenson, Sean O’Hair o Derek Ernst, menos ilustre que sus compañeros pero ya con una victoria en el circuito.
Por detrás, Rafa Cabrera-Bello ganó veintitrés posiciones gracias a su 70 (-1) del día y es trigésimo cuarto al par del campo. Tiene a cuatro golpes el top ten que le serviría para prorrogar su aventura americana, una distancia amplia aunque salvable en un campo con tanta miga como Copperhead.
Resultados completos del Valspar Championship
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