Tradición, tradición y tradición. Son tantas las que guarda el Masters a lo largo de los años que una hipotética lista desembocaría en muchas historias, varios libros. Una de ellas es hacer saltos de rana para llegar al green del hoyo 16, una de las pruebas que terminan siempre siendo determinantes en coronar al ganador. Evidentemente, se realiza en las vueltas de prácticas de los jugadores. Hoy os ofrecemos varios ejemplos.
El primero es lo que le sucede a la gran mayoría de profesionales, aquí encarnados en David Duval. Un intento, otro, otro… Es un golpe muy difícil y tiene su factor azar. Y bueno, tirar un golpe duro y raso con toda esa gente detrás del hoyo… No es fácil, no.
Siguientes ejemplos con algo más de éxito: Martin Kaymer y Hunter Mahan. Ah! Y Bubba Watson! Es probablemente el más pegador de todo el circuito, pero eligió una madera para que su bola caminara sobre el agua.
Luego está Nick Watney, que pegó un golpe muy decente el año pasado. El principal obstáculo que tenía era el agua, por supuesto, pero se dejó otro en los cálculos. Cuando parecía que lo había conseguido, su bola se topó con… ¡una tortuga!
Todos estos vídeos está grabados por aficionados ya que el Masters es muy restrictivo con la difusión de todo lo que acontece en el Augusta National. Y claro, desde las gradas, el lago del 16 parece más bien una charca. Si uno se enfrente a él a ras de hierba, sin embargo, las cosas cambian. He aquí un ejemplo para que lo apreciéis en toda su plenitud, grabado por una jugadora en una vuelta fuera del torneo:
Y por último, el mejor de todos. Fue Vijay en el año 2009. Se trataba de cruzar el agua, ¿no? ¿Y qué hay de meterla?
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