Quizás alguno de ustedes se acuerde de un artículo que publicamos allá por Junio donde les hablábamos de la celebración en el campo estadounidense de Oakhurst, y en paralelo al US Open, del National Hickory Championship, un torneo que recreaba las condiciones, vestimenta, palos y bolas de las competiciones que se celebraban en 1880. Pues hace un par de semanas, en el campo escocés de Panmure, se ha jugado su homólogo europeo, el World Hickory Open.
Al igual que en América, el torneo se lleva a cabo con los mismos condicionantes de indumentaria y equipación, con palos obligatoriamente anteriores a 1935 y con una reglamentación bastante precisa en torno a los golpes que se pueden añadir al hándicap normal para aquellos que juegan por primera vez y no tienen un “hándicap hickory”. Eso sí, mientras que el torneo estadounidense se celebra desde 1998 el europeo es todavía un jovencito con solo 9 años de vida.
En esta edición de 2014 el ganador ha sido uno de los grandes jugadores de los ochenta, Sandy Lyle. El escocés, ganador de un Maters y un Open Británico, lleva tres años jugando al estilo hickory y aprovechando su visita a la zona para participar en el Dunhill Links hace unas semanas, se apuntó a última hora en el World Hickory Open y terminó llevándose el torneo. Lyle se impuso con dos vueltas de 74 y 69 golpes al defensor del título, Paolo Quirici de Suiza, y al inglés Andrew Marshall por tres impactos de diferencia.
“Es un gran honor haber ganado el World Hickory Open de 2014. Ha sido una gran experiencia que me ha puesto el corazón a cien, especialmente en los dos o tres últimos hoyos de la última ronda , que han sido bastante angustiosos”, declaraba un emocinado Lyle que esperaba poder defender el título ganado el año que viene en Carnoustie.
La competición reunió cerca de 100 jugadores que, en su mayoría, se quedaron para jugar la Society of Hickory Golfers International Hickory Cup’s Grand Hickory Match. Esto que suena tan rimbombante es una especie de Ryder Cup donde se enfrentan jugadores de EE.UU. contra el resto del mundo. A pesar de jugarse también en Escocia como la Ryder pasada, concretamente en el Monifieth Links, esta vez el equipo yanqui se llevó el triunfo con un ajustado 22 ½ a 21 ½.
El año que viene el mítico campo de Carnoustie volverá a acoger a los nostálgicos de las maderas de madera, las corbatas, los chalecos de lana y las bolas degutapercha. De momento, y hasta que podamos ver la edición de este año, les invitamos a ver un resumen de lo que fue el torneo celebrado el año pasado.
Deja un comentario