Ni Rory McIlroy ni Adam Scott estuvieron presentes este fin de semana en Copperhead compitiendo en el Valspar Championship y sin embargo, ambos han sido claves en el torneo. El pasado mes de diciembre, John Senden concluía tercero tras ambos en el Australian Open y lejos de ser un torneo más para el australiano, supuso una inyección de confianza tal que ha desencadenado en su segunda victoria en el PGA Tour. La consiguió ayer tras siete años y medio buscándola.
A sus 42años, Senden venía de pasar un 2013 aciago, repleto de lesiones, primero con molestias en las costillas y posteriormente en las muñecas. Su juego corto se volvió muy inferior al que requiere el mejor circuito del mundo y el australiano acabó viviendo la cara amarga de este deporte. «En los últimos 18 meses, el juego corto ha sido lo que ha marcado la diferencia en mi capacidad de hacer resultados», admitía. Esta semana, concretamente sábado y domingo, el juego corto funcionó.
Decía Seve que el Open Championship había que ganarlo el sábado y fue casi lo que hizo Senden, cuando tras la tercera jornada pasó de ser un aspirante de mitad de tabla, abriendo con vueltas de 72 y 71 para +1 total, a salir el domingo a dos golpes del líder Robert Garrigus tras un sensacional 64 en la tercera jornada. En los cinco primeros hoyos del domingo consiguió un par de birdies importantes mientras que el líder se complicaba las cosas con un bogey y dos doble bogeys en el primer tercio del recorrido. Sus rivales, por lo tanto, comenzaban a ser otros, como Kevin Na, a pesar de que el estadounidense de origen coreano cerrase los nueve primeros en +3.
Tampoco Senden se mantuvo exento de bogeys en el siempre exigente Copperhead pero supo estar a la altura de las circunstancias en el temido ‘snake pit’ del recorrido, sobrenombre con el que se conocen los últimos tres hoyos. En el 16, el hoyo más complicado en toda la semana, Senden embocó un chip para un atípico y fructífero birdie. En el 17, par 3, su golpe de salida dejó la bola a siete metros y desde ahí, al hoyo. Fue el golpe de gracia que le haría firmar su 70 (-1), suficiente para darle la victoria por tan solo un golpe de ventaja frente a Kevin Na, quien lo intentó hasta el último momento con aciertos en el 14 y el 17.
Su segunda victoria en el PGA Tour tras la conseguida en 2006 en el John Deere, con billete al Augusta National incluido, comenzó con ese tercer puesto en Australia y solo Senden sabe a dónde le llevará esta nueva dosis de confianza lograda ayer. «Esto es algo que te hace creer que puedes conseguirlo de nuevo. Pensaba en 2006 y me preguntaba si eso había sido flor de un día y no creo que fuera así. Ahora (esta victoria) lo que hace es refrendar lo que hice en el John Deere», comentaba un pletórico Senden.
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