La negatividad que Sergio García desprende y a inseguridad con la que afronta año tras año en esta cita el de Borriol ha tenido un nuevo capítulo en la segunda jornada del Masters, en la que obtuvo un resultado muy distinto al inicial. Muy dubitativo desde el principio, el de Borriol se ha cargado de golpes desde bien temprano, haciéndonos pensar que su esperada debacle está más cerca de lo debido.
No está cómodo Sergio y eso lo deja notar en todos y cada uno de sus golpes, en todas y cada una de sus declaraciones en las que la precaución tiñe cualquier atisbo de esperanza de victoria en un campo donde, como él mismo dice, “no disfruto nada”.
“He podido recuperar algunos golpes en los últimos hoyos, pero es muy difícil ser consistente en un campo en el que no te sientes cómodo, en el que no lo pasas bien ni cuando juegas bien. Sin ninguna duda, durante gran parte del día, me he visto fuera del torneo”, declara un Sergio vencido de antemano por un campo donde no encuentra respiro.
“Afortunadamente solo jugamos aquí una semana al año, sino a lo mejor me tendría que buscar otra profesión”, concluía un Sergio que sigue en su particular calvario y que compartirá tercera ronda con Tiger Woods. Ambos llevaban sin jugar juntos desde aquel The Players en el que Sergio ahogó sus esperanzas de victoria en el 17 tirando dos bolas al agua y dejándole en bandeja el triunfo al otrora número uno del mundo.
“No quiero tener ninguna expectativa porque igual te puedo hacer 67 que te puedo hacer 78. Voy a intentar jugar lo mejor que pueda y ver que es lo que sale”, eran las últimas palabras del de Borriol, al que todavía le quedan por delante dos vueltas de tortura.
Jordan Spieth sigue imparable en Augusta y lidera holgadamente tras la segunda jornada. Pese a su juventud, Spieth cuenta con la experiencia de un segundo puesto en su debut en el Augusta National.
«Como he dicho estos días, lo que aprendí del año pasado es a tener paciencia. Lo que aprendí es que en el fin de semana de un grande cada ronda te exige el doble mentalmente», resumía Spieth.
«Solo estoy a mitad del camino y lo sé. No voy a adelantarme y voy a tratar de seguir jugando con paciencia estos dos días que quedan y se me va a hacer como si fuese otro torneo completo», afirmaba el joven texano, que busca su primera victoria en un grande a la tierna edad de 21 años.
Como era de esperar tras la disputa de la primera jornada, ni Miguel Ángel Jiménez ni José María Olazábal serán de la partida el fin de semana y ambos, en declaraciones recogidas por nuestros compañeros de Canal + Golf, mostraban su decepción.
“Lo he intentado, pero no ha sido posible. La pájara que tuve ayer desde el hoyo 10 al 15 es la que me ha matado. No pude parar esa hemorragia y ha sido una pena. Me deja un sabor de boca agrio porque estoy jugando bien, le estoy pegando bien a la pelota pero así es el golf y el campo este. Hay que tenerle respeto porque no te va a regalar nada”.
Misma suerte ha corrido Olazábal que, pese a firmar una vuelta por debajo del par, fallaba el corte debido a la desastrosa primera ronda, que le dejaba prácticamente sin margen de maniobra.
«La vuela de hoy no me consuela. Cuando ya estás fuera del torneo, hacer una bajo par no es un consuelo. Lo tiré todo ayer por la borda y hoy no había mucho que hacer», afirmaba rotundamente el donostiarra, que también tenía palabras para el líder.
«Lo que está haciendo Jordan Spieth es impresionante, ya veremos a ver si consigue mantener ese ritmo el resto de la semana. Las vueltas que ha hecho ayer y hoy son para quitarse el sombrero. Este campo a la larga, antes o despues, tiende a poner a todos los jugadores en su sitio y normalmente antes o después te suele pillar, así que le aconsejaría que anduviese con mucho tiento», advertía el campeón español.
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