Después de su gran actuación en el Open Championship, Sergio García vuelve de nuevo a la carga en el Bridgestone Invitational después de una semana de descanso. El de Borriol esta jugando una de sus mejores temporadas y en cualquier torneo en el que se planta en el tee de salida se coloca automáticamente como uno de los favoritos a la victoria. Lo mismo sucede en este tercer World Golf Championship de la temporada que se juega en un campo muy del gusto de Sergio pese a que sus resultados en el campo a priori no inviten al optimismo.
“Me encanta el Firestone CC y creo que es uno de los mejores recorridos que jugamos durante el año”, señaló Sergio que, a pesar de ello, apuntaba una de las posibles claves. “Si no llueve se convierte en un campo muy difícil, con hoyos muy, muy complicados de jugar. Pero al final es como cualquier otra semana, si estoy enfocado, si estoy a gusto y con confianza, creo que lo haré bien, ya lo he hecho bien antes. Sin embargo, si no estás a gusto, es complicado porque es el tipo de campo que te pide muchos diferentes golpes sobre todo desde la salida. Tienes que ser muy paciente y saber que no va a ser la semana más fácil del año”
Preguntado por su futura agenda, Sergio tiene claro su objetivo y sugería que era posible que no acudiera a todos los torneos de los playoffs de la FedEx Cup.
“Quiero mantenerme lo mejor posible para la Ryder Cup. A pesar de que hay bastantes torneos importantes, no quiero jugar seis de las siete semanas que quedan antes de la Ryder. Es demasiado”.
Donde sí estará la semana que viene disputando el PGA Championship será en Valhalla, un campo que no juega desde 2008 y que, como dice “no es uno de mis campos favoritos, pero tengo ganas de ver como está después de los cambios. Será interesante ver cómo se juega. Si el campo está duro será un desafío pero si no, será un poco más fácil para todos”.
También tuvo un momento Sergio para acordarse de las chicas que ganaron esta semana el International Crown en la LPGA.
“Fue genial. Conozco a las cuatro, aunque con Carlota tengo más contacto porque compartimos agencia de management, pero fue muy bonito verlas ganar jugando además tan bien”.
Preguntado por el secreto del juego en equipo de los europeos y en concreto de las españolas, Sergio lo tenía claro.
“Jugamos muchos eventos para nuestros países, como Campeonatos Europeos y otros más, desde las categorías de boys, amateur, en todas las edades. Allí jugamos foursomes, fourballs e individuales, probablemente como amateurs juguemos muchos más torneos de match play que los estadounidenses, así que cuando se trata de jugar en equipo, nos encontramos muy a gusto con nuestros compañeros y podemos sacar nuestro mejor juego.”
Rory McIlroy se presenta en el Bridgestone Invitational con su recién estrenado Open Championship, su tercer major, y empezando a ser considerado el favorito para romper la barrera de los 18 grandes de Jack Nicklaus, aunque sea algo que ni él mismo se plantee.
“No es algo en lo que piense, ni con lo que sueñe. El siguiente número que hay en mi cabeza es el cuatro”, señaló un tranquilo McIlroy en la víspera de su participación en el Bridgestone Invitational, muy al estilo del Cholo Simeone. “He ganado tres y me gustaría ganar cuatro y seguir intentándolo después y, cuando mi carrera acabe, el número de majors que tenga será bueno, cualesquiera que sea”.
McIlroy se marcaba otras metas, algunas bastante más cercanas, al señalar que “el número uno del mundo es otro de los grandes objetivos que tengo, además nunca he ganado un WGC. Esa es otra de las cosas que tengo que borrar de mi lista”.
Curiosamente, el norirlandés podría podría no estar en el camino de conseguir este objetivo si hubiera dejado el golf a los 16 años como se le pasó por la cabeza.
“Después de ganar la Mullingar Scratch Cup, recuerdo el viaje con mi padre de vuelta a casa. Eran como tres horas de viaje y le dije que quería dejarlo, que no me divertía. Acababa de ganar y no era feliz. Volví a casa y no jugué al golf en tres días. Pero, bueno, solo era los típicos problemas hormonales de un adolescente impulsivo”, declaró un sonriente McIlroy.
A pesar de su amago de abandono, el norirlandés tiene claro que «nunca crecí queriendo llevar una vida normal. Crecí queriendo ganar majors. Creo que aún es posible hacer las dos cosas y llevar también una vida relativamente normal, aunque una semana como la de después de ganar un torneo como el Open Championship es de todo menos normal. No obstante, no es algo con lo que haya que lidiar semana sí, semana no», explicó McIlroy, que piensa que «es posible tener la dedicación y el compromiso para ser uno de los mejores jugadores del mundo y hacer cosas relativamente normales».
Hace un año Tiger Woods ganaba este torneo, su quinto del año, con siete golpes de ventaja y se afianzaba más si cabe en el número uno del mundo. Doce meses después, todo en su juego está en entredicho.
“Tengo que mejorarlo todo, tengo que ser más eficiente en lo que hago”, señaló Tiger, que también se recetaba paciencia. “Es mi tercer torneo después de la operación de espalda, eso es algo que debo tratar de tener en mente porque ya he pasado por esto antes y sé que lleva su tiempo”.
Aun así, el recorrido de esta semana es uno de sus favoritos y le llena de confianza.
“No estoy jugando bien, pero este campo es junto a Torrey Pines o Bay Hill uno de los recorridos en los que me encuentro más cómodo. De alguna manera visualizo los golpes. Hay años en los que es imposible coger una calle porque están muy firmes y rápidas, y en otros todo encaja y se puede jugar largo y hacer un buen puñado de birdies.”
Respecto a su posible ausencia de los playoffs de la FedEx Cup y de la Ryder Cup, Tiger asumía que era una circunstancia novedosa y extraña para él.
“Nunca me había encontrado en esta situación, quizás hace tres años cuando me lesioné el talón de Aquiles y no jugué en todo el verano. En ese momento tuve que jugar las últimas semanas para meterme en los playoffs y al final no lo conseguí. Espero que esta vez sea diferente”, señaló Tiger, que tiene clara la estrategia para no tener que estar con la calculadora en la mano. “Ganar el Bridgestone y el PGA, ese es el plan, en eso estoy pensando y en lo que enfoco mi preparación.”
Deja un comentario