Importantísimo paso adelante hacia la victoria el que dio Sergio García ayer sábado en el The Barclays en un campo que fue el protagonista del día. Partiendo empatado en cabeza como colíder junto a Nick Watney, consiguió hacer un meritorio 69 (-2) que le sitúa con -10 total y le da dos golpes de ventaja en Bethpage Black. El recorrido se cobró un buen número de víctimas durante la jornada de movimiento y poco tiene que ver ya con el escenario donde la primera jornada se llegó a hacer 64 golpes Padraig Harrington.
Aunque Kevin Stadler jugando por la mañana se las apañó para hacer un sublime 65 (-6), en el turno de tarde la sangría fue importante. Los tripateos estuvieron a la orden del día debido a la dureza de los greenes. Para muestra, un botón, con Tiger Woods haciendo cuatro greenes a tres putts por primera vez en su carrera en el PGA Tour. Parar la bola en green llegó a ser un milagro en algunos casos como en el 17. Ni con hierro 7 en algunos casos.
Ian Poulter llegó a decir en su twitter que la preparación que se había hecho del recorrido negro de Bethpage para esta tercera jornada había sido «la peor en 13 años» que lleva en el Tour. Añadía que según su opinión «han arruinado un gran campo» y llegó a hablar de «posiciones de bandera estúpidas» en las que había visto «a dos de los mejores pateadores del mundo hacer cuatro putts». Con un 76 en el sábado, el inglés podía ser sospechoso de hablar influenciado por su resultado, pero Luke Donald y Brandt Snedeker, habiendo hecho 69 y 68 golpes respectivamente, se alzaban como voces más autorizadas.
Donald usó para hablar de lo absurdo que estaba el campo el ejemplo del hierro 7 de Tiger en el 17 que siendo de lo mejor que se vio en este par 3, acabó a 10 metros de bandera. Snedeker, al igual que un número considerable de jugadores y caddies, llegó a usar la palabra «injugables» para referirse a los greenes. Con este escenario, imaginen por lo tanto el mérito que hay que dar a la vuelta de 69 golpes de un Sergio García. El español comentó que esta tercera jornada se había jugado en los greenes más rápidos que él recuerda.
Comenzó al igual que Watney con birdie en el 1 pero una vez más, y van tres, el hoyo 3 se cruzaba en su camino. Tres días, tres bogeys. Sin embargo, conseguía recuperarse con un birdie en el siguiente hoyo. Y aquí tenemos una de las claves de la vuelta de Sergio. Es cierto que en los primeros 36 hoyos del The Barclays sólo había cometido dos bogeys y que en 10 de la tercera jornada ya llevaba tres, pero es importante pararse a ver su tarjeta y ver que en cada uno de esos tres errores del sábado, recuperó inmediatamente con birdies en los siguientes hoyos.
Aprovechó Sergio los tres pares 5 de Bethpage para ganar golpes al campo y además metió un gran putt en el 11 para convertirse en el jugador con más opciones de victoria. Nadie desde Tiger Woods en 2009 gana dos torneos consecutivos en América (Bridgestone Invitational y PGA Championship) y Sergio va a por ello. Sigue sonriendo y sacando el puño, síntomas de que la cosa va bien. Ayer disfrutó con la compañía de un Nick Watney que llegó a liderar por tres golpes en el primer tercio de su vuelta pero que vio cómo cuatro bogeys en los 9 de vuelta daban la vuelta completamente a la situación.
Una victoria hoy domingo daría a García el primer puesto de la lista FedEx. La semana que viene no estará en el TPC de Boston para la disputa del segundo de los playoffs, el Deutsche Bank, para descansar de cara a los dos eventos finales de los mismos y, como no, para estar algo más fresco para la Ryder Cup. Torneo por cierto al que llevará a su caddie de esta semana, Wayne Richardson, según confirmó ayer mismo Consuelo Fernández, la madre de Sergio García. Veremos a la pareja tanto en el enfrentamiento Europa-USA como en los dos playoffs finales.
Tras Watney, a dos golpes de Sergio, Stadler es la mejor alternativa a la remontada con -7, a tres golpes. Snedeker y Bob Estes están con -6 mientras que a cinco nos encontramos a Brian Harman, Greg Chalmers, Ryan Moore y John Senden. En principio, solo Watney y Snedeker deberían preocuparle, pero ya sabemos que hasta el último putt, no hay nada decidido. Nos espera hoy un bonito y esperanzador domingo de golf.
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