Aunque la decepción teñía el discurso de Sergio García al finalizar el Bridgestone Invitational, el español era realista al reconocer que no había sido su mejor día y que su rival, Rory McIlroy, había jugado a gran nivel. Ante la exhibición del norirlandés, y después de haberlo dado todo en el campo, no le quedaba más que felicitarlo y aguardar la próxima ocasión en que se crucen sus caminos.
«Ha sido una pena. Evidentemente, Rory ha jugado muy bien y ha firmado un 66 muy cómodo. Creo que yo he jugado decente, no impresionante, pero no me he encontrado nada cómodo en los greens. El efecto generado en los greens ha cambiado radicalmente después de la lluvia y se ralentizaron bastante con respecto a los tres primeros días», explicaba el español. «Por desgracia, no conseguí ponerme en marcha. Empecé a dudar en todos los putts; cuando los tiraba bien, me equivocaba en la lectura, y los que tiraba mal, está claro que no iban en buena dirección».
Al final del recorrido, García reconocía los méritos de su rival y sacaba una lectura positiva de una semana en la que ha logrado su mejor resultado en catorce años en el Bridgestone Invitational. El español tenía claro el plan de juego, pero no pudo llevarlo a cabo.
«Quería jugar bien y hacer tres o cuatro bajo par. Sabía que era posible, tal como estaba el campo», resumía Sergio. «Evidentemente, tiré un par de putts malos al principio y perdí algo de confianza. Y él lo ha hecho muy bien. Logró cuatro birdies en los cinco primeros hoyos, y el que falló fue por muy poco. Hizo lo que tenía que hacer y, por desgracia, yo no estuve a la altura».
Al margen de la anécdota del golpe a la aficionada en su anillo de diamantes, Sergio tenía claro dónde habían estado las claves de la vuelta.
«Sin encontrarme fenomenal, me mantuve en la pelea y jugué bien algunos hoyos complicados, como cuando hice un buen birdie en el 9 para volver a ponerme al par. Luego la dejé cerca en el 10 y el 11, y tenía que meter uno de los dos para coger ritmo, pero por desgracia no lo conseguí y él logró un buen birdie en el 11», repasaba García. «Probablemente lo que más me moleste sea el swing del 15. Tenía que aclararme, decidirme y pegar el golpe, y que pasara lo que tuviera que pasar. No puedo pegar el golpe pensando en una cosa y luego intentando otra. Evidentemente, pegué un golpe espantoso y la bola no se me quedó demasiado bien, con lo que era muy complicado recuperar. Luego me di opciones en los tres últimos hoyos, pero no las aproveché.
Sergio García también se refería a su próximo compromiso, el PGA Championship que se juega esta semana en Valhalla, aunque se mostraba comedido.
«Ya veremos. Cuando llegue veremos si el campo me va y lo cómodo que me encuentro. Estoy jugando bien y llego con muchas ganas. Espero tener otra buena semana».
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