Sergio García (-1) acabó decimosegundo en el PGA Championship después de ganarle al campo por tercera vuelta consecutiva y luchar hasta el último momento para meterse entre los mejores del torneo, mientras que Pablo Larrazábal ha conseguido remontar veinticinco puestos en una gran jornada final.
Sergio García necesitaba una vuelta milagrosa para meterse en la lucha por el título del PGA Championship (una utopía que también pasaba por el fallo de los primeros clasificados, que tampoco se produjo) y comenzó con un esperanzador -2 en 6 hoyos, aunque el frenazo del hoyo 8 y, posteriormente, el inesperado bogey tras visitar el obstáculo de agua en un hoyo 12 que hoy ha sido generoso con los eagles, le restaron las escasas opciones que conservaba.
No obstante, el de Borriol no dejó de luchar y consiguió dos birdies magistrales en el tramo duro del Atlanta Athletic Course, en los hoyos 16 y 17 (rozando el hoyo en 1 en este complicado par 3), pero un doble bogey final en el 18 le sacó del top ten. Aun así, hay que hacer una lectura muy positiva del paso de Sergio García por este cuarto major de la temporada, que como mencionábamos ayer cierra el círculo que se abrió el año pasado cuando anunció su retirada temporal después de su paso por el PGA Championship de Whistling Straits. Sergio García, de nuevo metido en el top 50 del mundo y brillando en tres de los cuatro majors, vuelve a aspirar a todo.
Pablo Larrazábal consiguió derrotar al duro Atlanta Athletic Club en esta última jornada, y hacerlo contundentemente. Autor de la mejor vuelta del día junto al danés Anders Hansen (-4 ambos), Larrazábal ascendió hasta la cuadragésimo quinta plaza y, al igual que en el Open Championship, nos queda la sensación de que la campanada no ha estado lejos. Aun así, el barcelonés da un paso más en su asentamiento en la élite y sigue sumando euros y puntos, necesarios para abrirse todas las puertas que pueda de cara al final de la temporada y el año que viene.
Por último, Miguel Ángel Jiménez sufrió en esta última jornada para acabar en la sexagésimo cuarta plaza, un resultado que no parece corresponderse con el juego desplegado por el malagueño y que debemos considerar anecdótico. Como en el caso de Larrazábal, nos quedamos con la idea de que el campo se ha cebado con Jiménez en tres hoyos puntuales (el 18 del sábado y el 13 y 14 del viernes), y que su rendimiento tiene poco que ver con los guarismos reflejados en el marcador.
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