Zona Pro
Sergio peleará por el triunfo en el The Players
Irene Acosta | 11 de mayo de 2014
TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida). No era un día fácil. El viento ha comenzado a soplar desde bien temprano en el TPC Sawgrass y a secar unos greenes que están cada vez más firmes. Poco a poco el campo va sacando las garras y dejando en un espejismo la primera ronda tan benévola para la mayor parte de los jugadores.
En las difíciles condiciones, Sergio García ha sabido luchar, tirar de veteranía y corazón y sacar la garra que le caracteriza para restarle golpes a un campo que poco a poco esta mostrando la fiereza de ediciones anteriores. Un año más Sergio vuelve a estar en la pelea por el The Players a fata de la última ronda.
Imposible esconder la sonrisa, y como el que se siente en su líquido elemento, el de Borriol ha sabido capear unas condiciones complicadas y con una tercera vuelta de 69 golpes (-3) se mete de lleno en la pelea por el título. Está contento y feliz, y eso se refleja en un juego que va mejorando por momentos a medida que el campo va complicándose.
«La verdad es que hemos aguantado bastante bien en condiciones complicadas y parece que podemos tener alguna posibilidad mañana haciendo una buena vuelta», afirmaba el de Borriol.
Arropado por un público entregado, se ha puesto el mono de faena y ha conseguido sacar adelante una vuelta muy sufrida con golpes brillantes. El 17 se volvía a cruzar en su camino y, aunque seco, ha cometido tres putts que nos hacían temer lo peor. Cualquier otro año, ese putt de metro fallado habría abierto la caja de los truenos, desencadenando algo mucho peor. Pero no esta vez, no con este Sergio, a quien su estabilidad en el terreno personal le esta llevando a una madurez en su juego nunca vista. Le veíamos sacar el puño en el último hoyo, y es que ese gran putt de par ha cortado una mala racha y le ha permitido mantener intactas sus opciones de triunfo en la ronda final, en la que saldrá a tres golpes de Martin Kaymer y Jordan Spieth.
«El putt para par de dos metritos o así ha sido muy importante para irnos con buen sabor de boca» declaraba el castellonense. Preguntado por su estrategia para mañana, Sergio no duda ni un segundo, «dar el máximo, dar lo mejor de mi y esperar que ese mejor sea bueno y sea suficiente para ganar«.
Saliendo en el penúltimo partido, el de Borriol tratará de acercarse a los líderes y, por qué no, soñar con repetir victoria en un campo que se adpata perfectamente a su estilo de juego. Como declaraba a los medios de habla inglesa, al contrario que Augusta este es un campo que le entra por los ojos, y en el que ve los golpes exactos y mucho más claros. Sergio afronta la jornada final con optimismo y pensando en una victoria que no está tan lejos. La clave estará en empezar a meter presión desde bien temprano en la vuelta bajo unas condiciones que distarán mucho de ser las idóneas, pues la lluvia amenaza con cernirse sobre el Stadium Course.
No ha vuelto a ser el día de Gonzalo Fernández-Castaño, que ha luchado como un jabato para sacar adelante una trabajadísima vuelta de par que le permite pasar el segundo corte y disputar la ronda final. Dos hoyos han sido los culpables del calvario de Gonzalo, y es que un doble bogey en el 10 y un triple bogey en el 14 condenaban una vuelta que estaba siendo bastante buena.
Comenzaba escalando posiciones por la vía rápida, con birdies al 1 y 2, pero la vuelta se estancaba y, la arena en el 10 y el agua en el 14, se convertían en los peores enemigos del madrileño, que ha sabido recuperarse del golpe y ha conseguido maquillar la vuelta con un espectacular birdie en el 17 (con uno de los mejores golpes del día en el green en península) y una tremenda recuperación en el 18.
«Ha sido un día raro porque no tengo la sensación de haber jugado especialmente mal. Si que he jugado dos hoyos horribles que me han costado 5 golpes. El resto de la vuelta bueno, pues un poco mi estilo de las últimas semanas. Hoyos muy buenos, hoyos regulares…», concluía el madrileño, que ha superado con creces su actuación de la edición pasada y que buscará minimizar al máximo los grandes números que están lastrando sus vueltas.
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