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Seve maravilla en Crans-sur-Sierre

Óscar Díaz | 31 de agosto de 2011

Seve ya había dejado huella en Crans-sur-Sierre. En 1977, con 20 años recién cumplidos, se había convertido en el campeón más joven del Abierto de Suiza, título que revalidó en 1978 y que volvió a ganar en 1989, cuando el torneo ya había adquirido la etiqueta de European Masters.

Avancemos hasta la cuarta jornada del European Masters de 1993, tee del hoyo 18. Seve es consciente de que necesita un birdie si quiere alcanzar al inglés Barry Lane, líder de la prueba. Por desgracia, el golpe de salida que da con su madera tres sale directo hacia la derecha y se queda entre los pinos y a unos dos metros de un murete de hormigón que separaba el campo de una piscina cercana. Con 115 metros hasta el hoyo, el hueco entre la parte superior del muro y las ramas era diminuto.

“Sé que eres Seve Ballesteros, pero no eres mago. Sácala lateralmente”, le dijo su caddie, Billy Foster, que actualmente lleva la bolsa de Lee Westwood.

“No te preocupes, Billy. Este golpe no me supone ningún problema”, replicó el cántabro.

David Cannon, el fotógrafo que inmortalizó el momento, oyó a Foster murmurar mientras se retiraba a regañadientes: “No tiene ninguna oportunidad, pero por alguna razón sé que me va a dejar mal”.

Instantes después, Seve abría antinaturalmente la cara de su wedge y pegaba un golpe vertical recortando el backswing que salía por el hueco del tamaño de un plato que había entre el muro y las ramas de los pinos.

La bola libró todos los obstáculos, sobrevoló la piscina, superó árboles de unos 20 metros de altura y acabó a unos cinco metros del green del 18, delante del búnker que lo custodiaba (y que Seve posteriormente eliminó en su rediseño del campo para incluir dos pequeños estanques).

“Lo vi con mis propios ojos y fue increíble”, afirma Alejandro Cañizares, que estaba acompañando a su padre en el European Masters de aquel año. “Jugó aquel golpe milagroso y luego embocó el chip para birdie. Fue impresionante, el público se volvió loco y el caddie de Seve se hincó de rodillas y le hacía reverencias como si le estuviera adorando”.

“Es un recuerdo muy vivo para mí y creo que la mayoría de los jugadores españoles tienen un recuerdo así de Seve. Por eso queremos ser como él. Cuando vas al lugar desde donde dio el golpe (hay una placa conmemorativa), te pones a mirar y te preguntas cómo consiguió superar el muro, y ni te planteas la posibilidad de que la dejara cerca del green”, apunta asombrado Alejandro Cañizares.

Pese al birdie, Barry Lane acabó ganando aquel torneo por un golpe, pero su victoria quedó eclipsada para siempre por el alarde de talento de Seve Ballesteros en aquel hoyo 18.

Aunque no se conservan vídeos del golpe, os adjuntamos un fragmento en el que se ve la placa, el muro y el chip para birdie que embocó Seve instantes después (a partir de los 22 segundos).

1 comentario a “Seve maravilla en Crans-sur-Sierre”

  1. El 5 de septiembre de 2013 josé ha dicho:

    lo que no consiga el maestro Severiano ballesteros,no la consigue nadie.

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