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Zona Pro

Solheim Cup: el uno a uno de Estados Unidos

Irene Acosta | 17 de septiembre de 2015

Tras dos derrotas consecutivas, las pupilas de Juli Inkster buscan en esta edición de la Solheim Cup frenar el ímpetu de unas europeas que tratarán de completar el que sería el primer hat-trick para el Viejo Continente en la historia de la competición. 

Tras caer derrotadas en suelo propio de manera aplastante por 10 a 18 en la edición de 2013, en el Golf Club St. Leon-Rot las estadounidenses prácticamente repiten el mismo equipo que recibió semejante rapapolvo hace ahora dos años. Tan solo una cara nueva, la de Alison Lee, que conseguía el último lugar que le daba derecho a jugar su primera Solheim Cup cuando todavía no ha cumplido ni siquiera un año como profesional. Lee, que viene de firmar cuatro top tens en sus cinco últimas actuaciones en el LPGA Tour, es una de las grandes incógnitas esta semana. Veremos si la frescura que Alison imprime al equipo es suficiente para frenar la racha del combinado europeo o si, por el contrario, Inkster decide confiar en la vieja guardia del equipo estadounidense y dejar a la californiana de origen coreano en un segundo plano.

Otra de las grandes incógnitas de la competición es la hawaiana Michelle Wie, a la que las lesiones no le han dado respiro en los últimos años. Wie se retiraba del Ricoh Women’s British Open a finales de julio tras agravársele una lesión de tobillo que arrastraba desde el US Women’s Open. Una bursitis en su cadera y unas molestias en la rodilla izquierda han obligado a la hawaiana a perderse la mayor parte de este tramo final de temporada, ya que solo ha sido capaz de jugar el Canadian Pacific Women’s Open y el Evian Championship en los últimos dos meses.

«Creo que Michelle Wie no ha llegado a su máximo. Una vez pueda recuperarse completamente y pueda empezar a jugar más regularmente sin lesiones, creo que va a conseguir muchas cosas», afirma Juli Inkster acerca de su pupila.

Michelle afirma estar al 100% esta semana en Alemania y haberse recuperado a tiempo de todos sus problemas físicos. «Durante el último mes he estado trabajando en esto día y noche. Jugué a semana pasada sin dolor y toquemos madera por que esta semana sea igual. Todos los días he sido muy diligente con mi rehabilitación, que ha sido mi prioridad número uno. Antes del Evian me he asegurado de jugar 36 hoyos al día. Hablé con Juli y le dije que estaba a punto, que estoy a su disposición para que me ponga lo poco o mucho que quiera. Me siento bien», concluía una Wie que debutaba en la competición hace ya seis años y que tiene como punto débil los enfrentamientos individuales, donde solo ha conseguido una victoria en las tres ediciones de la Solheim Cup en las que ha participado.

Stacy Lewis se postula como la líder natural en el campo. La mejor clasificada del ránking mundial de ambos equipos (3ª) tendrá que sacar toda su magia para llevar a su equipo a un triunfo que la texana está aún por probar en la Solheim Cup, pues ha formado parte del equipo estadounidense únicamente en las dos últimas ediciones disputadas.

Como parte del cambio de mentalidad y actitud que las norteamericanas necesitan implementar para cambiar el rumbo de las cosas, la capitana ha decidido adoptar un enfoque más serio y aportarle esa seriedad a un equipo que en los últimos años parecía más bien salir al campo más centrado en la imagen y en el público que en el juego.

«Juli ha dicho que no quiere este tipo de cosas. No somos animadoras, así que no debemos llevar la cara pintada o con pegatinas», afirmaba Salas, que disputa su segunda edición de la Solheim sin ninguna victoria en su haber, por el momento, en la competición.

Lewis, en línea con la opinión de la capitana declaraba que «no hemos venido aquí a animar al público. Hemos venido a ganar y hay que tomárselo en serio. Este año todo el mundo ha madurado. Espero que la fase de pintura en la cara y tatuajes haya pasado. Hemos venido aquí con una misión y en esto tenemos que estar».

El 25 de agosto, Juli Inkster anunciaba sus dos elecciones y se decantaba por Brittany Lang  y Paula Creamer, dos jugadoras experimentadas, duchas en la competición y que han demostrado ser piezas clave del equipo.

Con cinco ediciones ya disputadas, Paula Creamer, pese a su juventud, es la segunda jugadora más veterana del equipo por detrás de la incombustible Cristie Kerr que esta semana participa en su octava Solheim Cup. Creamer y Kerr, ejemplo de garra, carácter y espíritu competitivo están llamadas a ser las jugadoras que tiren del carro del equipo estadounidense, haciendo valer su veteranía y su buen hacer.

Gerina Piller, Lizette Salas y Lexi Thompson debutaban en Colorado con un sabor amargo, pudiendo aportar muy poco a un equipo que salió vapuleado en su propia casa. Dos años después, y con energías totalmente renovadas, el trio tratará de demostrarle a Inkster que puede confiar en ellas, aunque, presumiblemente, Salas y Piller sean las jugadoras menos utilizadas durante las jornadas de fourballs y foursomes en oposición a una Thompson cuyo espectacular estado de forma (viene de quedar segunda en el Evian Championship), a buen seguro le ha valido el voto de confianza de la capitana.

Brittany Lincicome, Morgan Pressel y Angela Stanford, con cuatro y cinco ediciones de la Solheim Cup disputadas respectivamente, tratarán de frenar a un equipo europeo que va lanzado a hacer historia frente a su público.

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