Jordan Spieth se ha convertido en el jugador de moda del mes de diciembre después de imponerse en el Hero World Challenge delante de dieciséis de los treinta mejores jugadores del mundo con una apabullante victoria por diez golpes de ventaja con un acumulado de -26. En su segunda temporada como profesional, el de 21 años afirma completar así «el mejor año» que nunca ha tenido tras haber levantado también el título del Open de Australia hace solo ocho días.
Cierra así un 2014 en el que tras debutar en la Ryder Cup y conseguir dos victorias, ninguna de ellas en el PGA Tour, ha llegado al top ten mundial, concretamente a la novena posición. Y lo hace con tres records, el de menor número de golpes en el Hero World Challenge con 262, batiendo por cuatro el registro de Davis Love III (2000) y Tiger Woods (2007) en Sherwood Country Club, el del margen más amplio para ganar el torneo y el de mayor ventaja respecto a un segundo clasificado de todo el año.
Saliendo con siete golpes de ventaja y dado su estado de forma, Spieth tenía todo a su favor para hacerse con el título en el torneo de Tiger. Las pocas opciones de sus rivales se esfumaban por completo después de tres birdies en los primeros cuatro hoyos acompañados de un eagle en el par 5 del hoyo 7 de Isleworth que minutos después le haría asumir una ventaja de once golpes a falta de nueve hoyos.
Nadie superó su 66 (-6) del último día en el que Henrik Stenson ganó en la lucha paralela entre el resto de competidores por la segunda plaza. Patrick Reed y Keegan Bradley compartieron la tercera plaza con -15. El propio Bradley bromeaba tras el recital dado por su compañero de Ryder Cup. «Quise ir hacia él, encararme a él y romperle el putter», bromeó.
Tiger Woods acabó empatando en la penúltima plaza de la clasificación despidiéndose de su torneo con una vuelta final de par (72 golpes) que le dejó a 26 del registro de Spieth. Su jornada dominical incluyó cuatro birdies, un bogey y un triple bogey después de acumular dos saltos de rana en su cuenta particular de la semana en el par 5 del hoyo 15.
Se despide así de su primer torneo en cuatro meses siendo el segundo jugador menos preciso con los hierros (68% de greenes en regulación) y también como el penúltimo clasificado en birdies acumulados en Isleworth (14). Sin embargo, el anfitrión se consideraba satisfecho tras una última vuelta en la que se mostró cómodo con su espalda. «Venir y jugar sin ninguna molestia es un gran progreso. He podido pegar a la bola todo lo duro que quería sin muestras de dolor», afirmaba un sonriente Tiger tras su vuelta.
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