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Zona Pro

Stricker vuelve a ponerle emoción a una victoria

Óscar Díaz | 11 de julio de 2011

Steve Stricker está empezando a cogerle el gustillo a las victorias agónicas. Últimamente, el estadounidense suele arrasar en los primeros días de los torneos que lidera para luego dar un master acelerado de sufrimiento en el campo de golf, y su tercera victoria en el John Deere Classic no ha sido distinta.

Stricker salía con dos golpes de ventaja sobre el zimbabuo De Jonge, que se borró del torneo con un doble bogey en el hoyo 1 de la última vuelta, y su birdie en ese hoyo inicial parecía presagiar un desarrollo plácido. Compensó su doble bogey del hoyo 5 con tres birdies entre los hoyos 6 y 9, y todo parecía ceñirse al guión previsto.

Sin embargo, el rookie Kyle Stanley entró en escena con una impresionante racha de cinco birdies en seis hoyos, y a Stricker se le aflojaban las piernas tras dos bogeys consecutivos en los hoyos 15 y 16 (este segundo después de tener la mala fortuna de enterrar su bola junto al borde delantero del búnker de green). Aun así, el de Wisconsin tiró de galones y encadenó dos birdies finales después de que Stanley le dejara la puerta abierta con su bogey en el 18.

El hoyo 18 jugado por Stricker fue un buen resumen de lo que le ocurrió en esta vuelta final del torneo, pues conjugó sufrimiento, brillantez y triunfo. Después de encontrar con el golpe de salida el búnker de la izquierda, Stricker se veía obligado a afrontar un golpe de casi 170 metros sobre el agua que custodia el green del 18 con un pie metido en la arena y otro apoyado en el borde. El veterano dio un golpe magistral y su bola acabó en el collarín de green, pasada bandera, a unos 8 metros del hoyo, desde donde embocó el birdie final que le concedió el triplete.

“Estaba pensando en meterlo, de veras”, declaró Stricker sobre su último putt. “Resulta extraño. Cuando me veo en la situación de tener que meter un putt, siento que mis nervios desaparecen y me concentro al máximo en embocarlo. Y eso es lo que me ocurrió en el 17 y el 18”.

Ahora solo falta ver si Stricker es capaz de romper su mala racha en el Open Championship después de una victoria en el John Deere Classic. En los dos años previos, Stricker no quedó entre los 50 mejores en los links tras su victoria en el John Deere, mientras que en los años que se tomó la semana anterior libre quedó octavo en Carnoustie y séptimo en Royal Birkddale.

Pese al desenlace esquivo, Stanley se hizo con un buen premio de consolación: la plaza final para el Open Championship. El novato, cuyo mejor resultado previo había sido el decimosegundo puesto en el Arnold Palmer, se embolsa también un sustancioso cheque que le garantiza su presencia en el PGA Tour el año que viene.

El canadiense Matt McQuillan consiguió hacerse con la tercera plaza en solitario a cinco golpes de Stricker y con el primer top 10 de su carrera en la primera división estadounidense. McQuillan, ex barman, solo había superado un corte hasta la fecha en el PGA Tour y recibe un buen empujón en su incipiente carrera.

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