Casualmente, el primer Women’s British Open de Suzann Pettersen fue el de 2001, justo el año en el que LPGA y LET decidieron dar la categoría de major al torneo. Desde aquel año han sido catorce las ediciones en las que la noruega ha buscado la victoria en tan prestigioso evento del calendario femenino. En sus dos últimos intentos, se quedó en la orilla, siendo cuarta en 2013 y segunda en 2014, pero tal y como jugó este viernes, parece que ha llegado la hora de Pettersen.
Un 69 (-3) en un major nunca es mala vuelta, pero si además lo firmas cuando el resto de tus compañeras están firmando más vueltas superiores a 80 golpes que por debajo de 70, la ventaja que sacas es mucho mayor. Jugando en el tercer partido de la mañana en Turnberry, Pettersen disfrutó del mejor tiempo posible en una segunda jornada en la que el viento hizo estragos en los resultados.
Por eso hay que hablar de sobresaliente cuando juzgamos la actuación y la tarjeta de la noruega. “He jugado un golf muy sólido hoy, sintiendo que estaba controlando al 100% la bola, el vuelo y el efecto, que es todo lo que necesitas hacer en condiciones como éstas. He evitado los problemas y hacer pares fáciles era algo estupendo».
Cuando acabó el turno de mañana, solo ella había entregado una tarjeta por debajo del par, con los siguientes mejores resultados yéndose a los 72 golpes. Su -3 es suficiente para liderar la clasificación en solitario, con dos golpes de ventaja sobre Teresa Lu (-1), So Yeon Ryu (par), Jin Yung Ko (-1) y Lydia Ko (-1).
De las jugadoras que comparten la segunda posición con -5, Lu fue la única capaz de vencer a la sede de este Ricoh Women’s British Open, mientras que Ko se recuperó con dos birdies seguidos tras acumular tres fallos consecutivos del 11 al 13. La líder tras la primera jornada, Hyo Joo Kim, llegó a relegar a Pettersen fuera del liderato, pero eso fue cuando logró mantener su tarjeta por debajo del par hasta el hoyo 10. A partir de ahí firmó cinco bogeys y un doble bogey en sus últimos ocho hoyos, siendo una víctima más de las rachas ventosas y de la lluvia que pusieron patas arriba el Ailsa Course de Turnberry.
Azahara Muñoz fue una de las muchas jugadoras que sufrieron con la climatología adversa en esta segunda jornada en Escocia. Una vez entregada su tarjeta de 78 golpes (+6), con diez golpes más que su primera vuelta, un vistazo a la clasificación nos situaba a la malagueña fuera del corte, pero según fueron acabando los partidos durante el resto del día, su +2 total acabó en la trigésimo segunda posición.
Tres birdies alegran una tarjeta que al mismo tiempo refleja el duro final de recorrido que vivió, con tres bogeys consecutivos del 17 al 18.
También pasa el corte en su primer major Luna Sobrón. La amateur española, la única aficionada que avanza al fin de semana (y que, por tanto, ya ha ganado la bandeja Smyth que se otorga a la mejor amateur), se mantuvo durante gran parte del viernes entre las primeras veinte clasificadas, hasta que tras luchar contra viento y marea toda la jornada, firmó cinco bogeys en sus últimos seis hoyos. Su 77 (+5) le sirve para ocupar la cuadragésimo primera posición con un acumulado de +3.
Las dos navarras de las cuatro representantes españolas desplazadas hasta Turnberry, Carlota Ciganda y Beatriz Recari, sufrieron un duro varapalo. Ambas se despidieron del torneo con sendas vueltas de 83 golpes (+11) que hicieron que en ningún momento tuvieran opciones de pasar el corte.
Especialmente doloroso fue el descenso en la clasificación de Recari, que comenzando la segunda jornada desde la decimocuarta posición, cayó más allá de los cien primeros puestos. A pesar de contar con un birdie y un eagle en el hoyo 7 en su tarjeta, fueron cuatro los hoyos que no le permitieron avanzar al fin de semana, con tres dobles bogeys y quíntuple bogey en el par 5 del 14.
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