El seguimiento exhaustivo de la actualidad no nos ha dejado mucho tiempo para nuestros teletipos (el habitual salpicón de titulares que os remitimos cada vez que hacemos la cobertura in situ de un torneo), pero a falta de un día para el final del Volvo World Match Play Championship es hora de recuperar esta sana costumbre y haceros llegar algunas curiosidades del torneo.
• La semifinal entre Luke Donald y Martin Kaymer va bien servidita de morbo. Además del trasfondo del ránking mundial (si uno de los dos gana el torneo, arrebatará el número 1 a Lee Westwood) a nadie se le escapa que se está reeditando el duelo de la final del Accenture Match Play Championship de este año que se decantó del lado del inglés.
• Contando con el partido de individuales de la Ryder Cup contra Jim Furyk, Luke Donald lleva 11 triunfos consecutivos en match-play. El inglés se está convirtiendo en un auténtico asesino silencioso en esta modalidad de juego, un jugador polivalente y sin fisuras que empieza a intimidar.
• Pese a los puntos que se reparten en Finca Cortesín, los españoles no van a escalar demasiados puestos en la clasificación mundial. Álvaro Quirós, con su eliminación en cuartos de final, va a adelantar a Miguel Ángel Jiménez y se convertirá en el mejor español en la tabla.
• Poulter se ha mostrado juguetón con la prensa anglosajona que insistía en preguntarle por las palabras de Lee Westwood de esta mañana, en las que se quejaba veladamente del formato y de que Poulter había tenido suerte y no le había pegado bien. “No quiero entablar un partido de tenis con Lee. De verdad, he jugado muy bien”, afirmaba Poulter con su habitual mirada de pillo. Lo cierto es que Poulter ha acabado -6 en stroke play esta mañana, por -5 de Westwood (al que parece haberle escocido la derrota).
• Nicolas Colsaerts ha llegado al Volvo World Match Play sin haber jugado un solo partido en esta modalidad en los últimos diez años desde que se hizo pro. El belga disputó la Junior Ryder Cup y varias competiciones internacionales con los equipos de su país, pero no parece haberse resentido de una inactividad match-play tan prolongada.
• El hijo de Ian Poulter cumple mañana siete años y su padre está empeñado en regalarle un título a modo de desagravio por no poder estar presente en la celebración.
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