• Phil Mickelson no es un jugador al uso. Nunca lo ha sido y esta semana de US Open no iba a ser menos. Antes de su vuelta de 67 golpes (-3), el americano estuvo en San Diego viendo la graduación de octavo curso de su hija. Tras dormir unas pocas horas, voló a Philadelphia para hacer la que es su segunda mejor vuelta en una jornada inicial del segundo major del año (Pebble Beach, 1992, -4). Y todo ello, sin driver en la bolsa, con cinco wedges y tras echarse un sueñecito de una hora durante la primera suspensión del día.
• Por tercer major consecutivo, los árbitros del torneo recibieron la llamada de dos espectadores que tenían intención de rearbitrar lo ocurrido en el campo. El primero advertía que Steve Stricker podía haber podido mejorado su lie intencionadamente mientras buscaba dónde droparse con penalización en el hoyo 11. Petición denegada. Horas más tarde, otro televidente sostenía que Scott apoyaba el palo en el suelo durante su golpe desde un obstáculo del hoyo 5, caso estudiado posteriormente y que también se desestimó.
• Las banderas de mimbre de Merion son uno de los símbolos del campo. Clásicas, diferentes… y puñeteras. Que se lo digan a Lee Westwood, que fue el primer jugador en tener el dudoso honor de pagar cara la precisión con sus hierros y salir damnificado al pegar en una de ellas. Tras una tarjeta de ocho pares y tres birdies sin bogeys, el inglés cometió un doble bogey después del impacto a la cesta de mimbre.
• Uno de los eternos aspirantes a conseguir un major, Westwood volvió a dar motivos para creer en él en una jornada inicial de major más. En el golf moderno, nadie se acerca a sus números en los Grandes sin haberse llevado la victoria. Y es que acumula ya siete top 3 en estas importantes citas del año. Más que nadie.
• El par de momento no es mal resultado y equivale a un decimosexto puesto actual. Entre los jugadores que empataron con Merion nos encontramos a Tim Clark, jugador sudafricano cuyo 70 supone su primera vuelta en la que no sube el par del campo de las últimas 20 disputadas. Curioso que sea en un campo como la sede de este US Open, un escenario poco propicio para los festivales de birdies.
• Una jornada tan larga como la de ayer en Ardmore da para mucho. ¿Qué hacer si esperas no jugar en unas cuantas horas por suspensión? Jerry Kelly lo tenía claro. Abrió su ordenador y se puso a ver ‘The Master’, película protagonizada por Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman que fue nominada a tres Oscars. Tras una vuelta al par que incluyó un doble bogey en el hoyo 18, el veterano jugador recomendó a todos los presentes en la sala de prensa de Merion su elección. «Es buenísima. Deberíais alquilarla», afirmaba.
• No fue un día fácil para Sergio García. Tras el comienzo que incluyó un doble y un cuádruple bogey, el de Borriol dio una muestra de lucha y amor propio para maquillar su tarjeta, tarea difícil si tenemos en cuenta los continuos gritos que tuvo que escuchar durante su primera vuelta en Merion a raíz del comentario del ‘pollo frito’ y Tiger Woods. Tras la suspensión, en el green del 1 según se aproximaba a su putt de birdie de algo más de 2 metros, un espectador le increpó desde fuera de las cuerdas: «¡Loco! Vamos a ver, ¿cómo te dejas una vuelta de 3 metros?» En la calle del 5 un espectador gritó «¡Yo me comí los huesos!», lema de la última campaña de la marca de comida rápida Kentucky Fried Chicken. Apenas dos minutos después, otro grito: «¡Yo también odio a Tiger!». En la calle del 6, más referencias. «Winner, winner, chicken dinner!» (ganador, ganador, cena con pollo), una frase utilizada en los casinos de Las Vegas.
• Si en el Masters de Augusta vimos a Sergio García, Jason Day y Dustin Johnson con el mismo polo todos los días a raíz de una estrategia comercial de Adidas Taylormade, esta vez fueron dos protagonistas diferentes los que compartieron vestuario. Francesco Molinari y Carl Petterson, dos jugadores de Nike Golf, salieron a disputar su primera jornada enfundados en la misma prenda. De momento no se sabe si esto responde a una campaña de la marca o a la falta de coordinación entre ambos jugadores.
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