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Teletipo desde Merion (IV)

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Carlos Palomo | 17 de junio de 2013

• Concluido ya el US Open, miramos atrás y vemos que esta edición 113º del torneo ha tenido dos ganadores: Justin Rose y el campo de Merion. A modo de venganza de las voces que se alzaron sobre la posibilidad de vueltas bajas, el recorrido aguantó los cuatro días sin permitir ninguna vuelta por debajo de los 67 golpes. En la cuarta jornada, el vencedor del torneo fue el único en firmar un resultado igual o mejor que el par de los ocho jugadores presentes en los últimos cuatro partidos. El acumulado de los otros siete, duele literalmente: 33 golpes.

• Nada más embocar su putt para par en el hoyo 18, Rose dedicó su actuación a su padre, Ken, quien falleció en 2002 por culpa de una leucemia. El Día del Padre comenzó para el inglés con un mensaje de texto de su entrenador Sean Foley con un alto componente emocional. «Sal ahí y sé el hombre al que tu padre enseñó cómo ser y al que sus hijos puedan mirar con orgullo».

• El líder tras 54 hoyos, Phil Mickelson, acabó tropezando en la misma piedra que ya se había encontrado en su camino en cinco ocasiones. Con el de este año, acumula ya seis segundos puestos en el US Open, dos más que cualquier jugador. Además, se despidió de Merion con un record negativo, siendo el jugador que más veces pateó en la última jornada: 37 veces.

• No solo Mickelson vivió la cara más amarga de este deporte. El que fuera su eterno némesis, Tiger Woods, acabó con un +13 acumulado que supone su peor resultado en un torneo que ya ha levantado en tres ocasiones.

• Tampoco fue el mejor Abierto de los EE.UU. para el número 2 del mundo, Rory McIlroy, pero por lo menos, éste se lo tomó con humor en la rueda de prensa posterior a la conclusión de su vuelta. Anunciado con su nombre y su resultado total, +14, el norirlandés bromeó. «Podríais haber omitido ese dato».

• Un par de horas antes, McIlroy no estaba para bromas. En el hoyo 11, tras mandar su segundo golpe al agua, la pagó con su hierro 9, apoyándolo con fuerza contra el suelo hasta que éste se dobló y quedó inutilizable para el resto de la jornada.

• A Steve Stricker, las opciones de convertirse en el ganador de mayor edad del US Open le duraron apenas 20 minutos, tiempo que transcurrió desde que salió del hoyo 1 hasta que mandó dos bolas fuera de límites en el hoyo 2 y firmar un 8, resultado que él mismo consideró «un buen triple bogey» tal y como había jugado este par 5. El haber llegado con posibilidades a falta de 18 hoyos no le hizo sin embargo reconsiderar la decisión tomada previamente de renunciar al Open Championship de Muirfield. «No estaré ahí».

• El hoyo 18 sigue incrementando su fama. Tras ser jugado 146 veces en el fin de semana (dos veces por cada uno de los 73 jugadores que pasaron el corte), no concedió ni un solo birdie en estas dos últimas jornadas. Jugado a una media de 4.71 golpes durante los cuatro días, esta estadística le hace ser más duro que 96 de los pares 5 jugados en el PGA Tour durante la temporada 2012.

• Finalmente, Michael Kim fue el mejor amateur del torneo concluyendo en el 17º puesto. Curioso es que a pesar de la cuota de pantalla que ha ocupado durante los cuatro días, esto no haya tenido mucha repercusión en su cuenta de la red social Twitter. De jueves a domingo, aunque triplicó su número de seguidores, acabó la semana con apenas 580, lejos de los 225.000 que tiene el campeón del torneo, Justin Rose.

• Por si parecía difícil que alguien arrebatara a Hunter Mahan el título de peor vestimenta en el US Open tras la combinación cromática del americano en la tercera jornada, Billy Horschel se llevó el título de calle con sus pantalones de pulpos. Se desconoce la magnitud del alivio que sintió la USGA cuando poco a poco, Horschel se fue cayendo en la clasificación.