• Mal día para Tiger en el campo… y en los números. Su 75 fue la segunda peor tarjeta de los primeros 11 partidos del sábado (David Toms, 76). Del resto de jugadores que pasaron el corte, sólo ocho más tuvieron peor día que él.
• Es la sexta vez en 43 torneos que Tiger firma una tarjeta por encima del par cuando ha estado liderando un torneo en el ecuador del mismo.
• Acabada su aciaga jornada, seguían los problemas para el ex número 1 mundial. Según encaraba las escaleras rumbo a la firma de su tarjeta, su mano derecha chocaba contra un fotógrafo ávido de captar un primer plano de Tiger Woods. Gestos de dolor aparecían y desaparecían en cuestión de segundos. Dicen los que estuvieron ahí que incluso se pudo escuchar el ruido del impacto de la prodigiosa mano del Tigre con la cámara del reportero.
• Dicen también testigos presenciales que un bonito momento tuvo lugar acabada ya la tercera jornada. Jim Furyk y Graeme McDowell coincidían en la casa club conscientes de que ambos partirán desde lo más alto en el domingo del US Open. Un «bien hecho» y «nos vemos mañana» acompañaban al apretón de manos y las sonrisas entre ambos competidores. Jugaron juntos los dos primeros días y el buen hacer de los dos les ha llevado a compartir el último partido del domingo.
• Y el tercer día se obró el milagro. Y llegó de manos de lo que la prensa estadounidense llama un ‘Cinderella’ (Cenicienta). Kevin Chappell logró que su 68 (-2) fuera la primera tarjeta sin bogeys en tres jornadas de competición… y el estadounidense ya fue tercero el año pasado en Congressional.
• Sólo Graeme McDowell y Ernie Els han logrado resultados por debajo del par en dos de los tres días. Olympic Club en estado puro.
• La media de golpes de la sede de este 112º US Open bajó hasta 72,001 durante el sábado. 190 birdies o mejor resultado y 308 bogeys o peor resultado.
• Sí. 190 birdies pero éstos tardaron en llegar a las tarjetas de los tres primeros partidos del sábado, los supuestos favoritos. El primero de ellos fue el de Jim Furyk en el hoyo 7.
• El coliderato de Graeme McDowell le sitúa en una buena posición para lograr algo insólito. Que Irlanda del Norte se lleve tres US Open seguidos y cuatro de los últimos ocho majors. El campeón del Abierto de Estados Unidos de 2010 se siente como en casa. «Hay aquí (San Francisco) más irlandeses que en Irlanda», comentaba. Para considerar la gesta como tal, cabe recordar que la población de Irlanda del Norte es de 1,8 millones de personas. Aplausos, por favor.
• Un 75 en US Open de par 70 es lo que tiene. Las casas de apuestas de Las Vegas dan ahora a Jim Furyk como a favorito y no a Tiger, rey de las mismas antes del torneo y durante las dos primeras jornadas. Ahora, el menos rentable por el que apostar es el hombre del swing ‘diferente’ que colidera el torneo. Pagan 2,25 dólares por cada uno invertido.
• Una estadística que apoya el favoritismo de Furyk es que las últimos diecisiete veces en las que ha llegado al domingo liderando o coliderando, el estadounidense nunca ha acabado más allá del segundo puesto. Diez han sido las veces que se ha acabado llevando la victoria.
• Tras vivir hace un par de semanas un intenso debate en el PGA Tour sobre la idoneidad o no de permitir a los espectadores usar los móviles en plena competición para hacer fotos, la USGA predica con el ejemplo. Cuentan que se vio a uno de sus miembros, Geoff Yang, dentro de las cuerdas acompañado de dos niños e inmortalizando instantáneas de Tiger en plena tercera jornada.
• El partido de los «LSU Tigers» (tanto John Peterson como David Toms son de la Universidad de Louisiana) transcurría con mucha pena y poca gloria hasta que el joven jugador estadounidense consiguió un hoyo en 1 en el 13 del Lake Course de Olympic Club. La gesta se vio recompensada con un golpe de su caddie fruto de la descoordinación a la hora de celebrarlo, aunque a Peterson no pareció dolerle.
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