Sometido al escrutinio habitual, Tiger Woods regresa a la actividad después de su decepcionante paso por un US Open que parecía suyo después de las dos primeras jornadas y que se le escapó en los esquivos greenes del Olympic Club, e intentará retomar la senda del triunfo en el torneo que auspicia su fundación, el AT&T National, en otra sede de major, Congressional Country Club.
La irregularidad en el juego corto y, sobre todo, en los greenes, ha sido una constante en este Tiger 3.0, antaño dominador sobre los tapetes verdes y actualmente vulnerable con el único palo que siempre se mostró letal. Aun así, Tiger sigue con las lecturas positivas y relativizando su problema.
“La semana del US Open no chipeé ni pateé bien. Sin duda, mi juego corto se ha resentido. Me pasó lo mismo cuando empecé a trabajar con Butch [Harmon], y también cuando comencé con Hank [Haney’]. Mi juego corto se resintió porque me centraba en el juego largo”, explicaba el martes Tiger.
Y en un campo como Congressional, escenario de la exhibición de Rory McIlroy el año pasado en el US Open 2011, Tiger tendrá que recurrir a todo su talento para luchar por el título de un torneo muy especial para él por la relación con su fundación, aunque este año el ajuste de fechas no lo haga coincidir con el festivo 4 de julio.
Después del paréntesis de dos años en el Aronimink Golf Club de Philadelphia por la visita del US Open, el Blue Course de Congressional parece dispuesto a demostrar que el -16 de McIlroy del año pasado fue un accidente motivado por las lluvias y está dispuesto a ofrecer dura resistencia. Ya en 2009, Congressional fue el décimo recorrido más difícil del PGA Tour, con casi un golpe de media sobre el par del campo (70,91).
Junto al número 4 del mundo, en la sexta edición del torneo destaca la presencia del ganador del año pasado, Nick Watney, que logró su su segundo triunfo de la temporada en el AT&T National al imponerse por dos golpes al surcoreano K. J. Choi.
Otros partidos interesantes serán el compuesto por Dustin Johnson, Hunter Mahan y Davis Love III, que tendrá la oportunidad de seguir de cerca a dos de los jugadores que sin duda estarán en el equipo estadounidense de la Ryder. Mahan llega de entregar un 61 en la última vuelta del Travelers, mientras que Johnson ganó hace tres semanas en Memphis.
Y entre las atracciones del torneo, los amateurs Beau Hossler y Jordan Spieth, mejores aficionados en el reciente US Open y centro de atención (sobre todo el primero… y su progenitora), que intentarán repetir hazaña en otro escenario de lujo.
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