Puede que dentro de unos años, Tiger vuelva a dominar el golf mundial como lo ha hecho en la mayor parte de la última década. Puede que si eso ocurre, las crónicas que recuerden su recuperación citen el Emirates Australian Open como el punto de inflexión a partir del cual Woods dejó atrás las lesiones y volvió a hacer lo que mejor sabe, jugar al golf.
Pero dejemos las suposiciones atrás y centrémonos en la realidad. Y es que si nuestra imaginación nos lleva a escenarios futuros de dominio ‘tigeriano‘ es porque hace muchos meses que no veíamos juntar al ex número 1 del mundo dos rondas de golf tan buenas como las que ha dejado en los primeros 36 hoyos del Australian Open. De momento, ya es líder con un total de -9 tras una segunda tarjeta de 67 golpes (-5). Un resultado que según Tiger, no refleja lo bien que está jugando sobre el campo de The Lakes.
«Basicamente, creo que no he fallado ni un golpe. Aunque he hecho cinco bajo par hoy, pienso que me hubiera resultado muy fácil firmar un menos ocho o menos nueve. Pude hacerlo mejor en los primeros nueve hoyos. Hice dos pares en dos pares 5», afirmaba el nuevo líder, buscando su primera victoria desde que ganara en 2009 el Australian Masters.
Tiger empezó el día a tres golpes del líder Jarrod Lyle y se incorporó al liderato a mitad de su ronda tras ese -5 gracias a otros tantos birdies en los hoyos del 13 al 18 (salía por el 10). En la segunda vuelta hizo sus dos únicos bogeys del torneo en 36 hoyos, algo que hizo que su ventaja sobre el jugador local de The Lakes Peter O’Malley sea sólo de un golpe de cara al fin de semana.
Buscando los periodistas una explicación de por qué llega justo en este momento su mejor juego, la respuesta de Tiger fue clara. Por fin empieza a encontrarse cómodo con el swing que ha estado trabajando con Sean Foley en los últimos 15 meses. «Madre mía, hay muchas diferencias entre mi swing actual y el anterior. En los vídeos se ve esa diferencia. Tanto en la forma de agarrar el palo como en la postura, la salida del palo, la cara de éste, los ángulos de los brazos… Es totalmente distinto», relataba Tiger.
Atrás parece también que queda la parte más negativa que le ha acompañado durante este periplo con su nuevo entrenador. Hablamos de las lesiones. En el último año y medio, el intento de Tiger de volver a ser el número 1 ha estado plagado de contratiempos en forma de lesiones de rodilla y su tendón de Aquiles. Ahora que la forma física está en orden, tiene claro que la clave para recuperar el trono mundial pasa por horas y horas en la cancha de prácticas.
Por mucho que esté a gusto con su swing, también influyó que el ganador de 14 majors nos mostró su mejor versión sobre los greenes del recorrido de The Lakes. 29 putts por segundo día consecutivo, algo que unido a un juego sólido con los hierros que le permite acribillar las banderas se traduce en ese -9 con el que buscará la victoria en las dos jornadas restantes.
Por detrás de él comenzarán la tercera jornada Peter O’Malley, segundo con -8 y Jason Day, tercero con -7, mientras que cuarto aparece Bubba Watson y la quinta plaza la comparten cinco jugadores, Nick Watney entre ellos, en un top ten íntegramente compuesto por Australia y Estados Unidos.
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