Mucho tiempo hace de la última vez que el otrora mejor jugador del mundo, Tiger Woods, ocupara los primeros puestos de la clasificación. Desde aquel infausto incidente con su mujer y las lesiones que le han machacado, el mejor jugador de la historia no es el mismo, y sus resultados se han encargado de dejarlo bien claro.
Por primera vez en su carrera, Tiger Woods fallaba el corte en dos grandes en una misma temporada y su caída estrepitosa en el ranking mundial (se encuentra en el puesto 266º) eran hasta ahora las únicas cifras a destacar del californiano en esta temporada 2015. Pese a su inicio de vuelta dubitativo, incluyendo un globazo de salida en el hoyo 14 que apenas ha alcanzado los 80 metros, Woods conseguía templar su juego y, atacando banderas como en los viejos tiempos, firmaba una espectacular tarjeta de 66 golpes (-5) para colocarse en la quinta plaza.
Tras dos rondas ya disputadas del Quicken Loans National, Woods se encuentra con un resultado de 8 bajo par en el acumulado, comenzando el fin de semana dentro del top ten por primera vez desde 2013, en lo que parece ser un atisbo de recuperación del que en su día dominó el mundo del golf.
«He pasado por esto antes. Cuando haces cambios en tu swing muchas veces cuesta que empiecen a dar resultado, pero hay que ser pacientes. Sé lo que estoy haciendo ahí afuera, simplemente es cuestión de tiempo que todo vuelva a funcionar. Esto lleva su tiempo y no va a pasar de un día para otro», afirmaba un Tiger que empieza a ver la luz al final del túnel y que necesita llevarse el título esta semana para clasificarse para el Bridgestone Invitational de la semana que viene, un evento que ha ganado en ocho ocasiones.
«Siento que puedo competir otra vez y ganar. En algún momento volveré a lo más alto», concluía el tigre, cuyas oportunidades de clasificarse para el primer playoff de la FedEx Cup se condensan en tres eventos: el Quicken Loans National de esta semana, el PGA Championship y quizá el Wyndham Championship, en el que aún no ha confirmado su participación.
Eclipsado por los tambores de guerra de Woods se encuentra Ryo Ishikawa, líder del torneo con un total de -11. El japonés, que a punto estaba de firmar su segundo hoyo en uno del torneo en apenas dos jornadas, completaba una sólida vuelta de 68 golpes para colocarse por primera vez en su carrera a la cabeza de la clasificación tras 36 hoyos con un golpe de ventaja sobre Kevin Chappell y el siempre amenazador Rickie Fowler, que firmaba tres birdies consecutivos para terminar la vuelta y colarse en el partido estelar.
Gonzalo Fernández-Castaño, único español en liza esta semana, sigue metido en la pelea. Pese a firmar una segunda de par (71 golpes) y descender nueve posiciones en la clasificación, el madrileño se encuentra aún con muy buenas opciones de cara al fin de semana. Necesitado de buenos resultados en una temporada en la que las cosas no están saliendo, el madrileño ha dado un salto de calidad esta semana y, desde su -5 en el acumulado, mira hacia las posiciones de arriba con confianza en su juego a sabiendas que esta es una de las últimas oportunidades de asegurarse sus derechos de juego para la temporada que viene.
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