Parece que Tiger Woods no le tiene cogido los tiempos a este año. Si demostró poco sentido de la oportunidad al regresar a la acción después de su lesión aparentemente antes de tiempo en el Quicken Loans, el torneo promovido por su fundación, y luego en el PGA Championship, pocos días después de haberse retirado en el Bridgestone Invitational, ahora ha decidido prescindir de los servicios de su entrenador de los últimos cuatro años, Sean Foley, justo después de que otro de sus pupilos, Hunter Mahan, haya obtenido una de las victorias más importantes del año en el The Barclays.
En un escueto comunicado en su web (que reproducimos íntegramente a continuación), Tiger Woods anunciaba esta decisión.
«Me gustaría darle las gracias a Sean por su ayuda como entrenador y por su amistad. Sean es uno de los mejores entrenadores del golf actual y sé que seguirá teniendo éxito con los jugadores que trabajan con él. Dado que mi próximo torneo no será hasta el World Challenge en Isleworth, Orlando, es el momento oportuno para poner fin a nuestra relación profesional. Actualmente no tengo entrenador ni tengo previsto contratar a nadie», finalizaba Woods.
Por su parte, Foley se deshacía en elogios hacia su pupilo.
«El tiempo pasado con Tiger es uno de los momentos culminantes de mi carrera hasta la fecha y agradezco las muchas experiencias que hemos compartido. Desde hacía mucho tiempo quería enseñar al mejor jugador de todos los tiempos. Agradezco todo lo que hemos podido aprender el uno del otro y la amistad duradera forjada. No siento más que respeto y admiración por él», finalizaba Foley.
Durante los cuatro años que han permanecido juntos, un periodo tumultuoso por culpa de las numerosas lesiones sufridas por el californiano, Tiger Woods no ha conseguido ninguna victoria en un major aunque en 2013 logró cinco victorias (que dieron continuidad a las dos logradas en 2012) y recuperó el número 1 del mundo.
Como es lógico, dada la figura prominente de Tiger Woods el trabajo de Foley ha estado sometido a un escrutinio constante y son conocidas las numerosas críticas que sufrió por parte de Brandel Chamblee, exjugador y analista de Golf Channel, que llegó a declarar después de la segunda vuelta de Tiger Woods en el Open Championship que la era de Tiger había tocado a su fin y que jamás debía haber abandonado los swings que le enseñaron Butch Harmon o Hank Haney, sus entrenadores previos.
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