Zona Pro
Tiger Woods entrega su primera tarjeta sin bogeys en casi dos años
Carlos Palomo | 06 de julio de 2015
Ya es ‘mala suerte’ ganar por fin en el PGA Tour tras varios años intentándolo y que sea justo el día en el que Tiger Woods firma su primera tarjeta sin bogeys desde agosto de 2013. Aun así, a pesar de que la repercusión mediática no sea tan grande como a él le hubiera gustado, Danny Lee se convirtió en el ganador del The Greenbrier Classic tras una jornada final en la que ocurrió de todo.
Cuando Tiger Woods concluyó su vuelta del domingo los dos últimos partidos todavía ni habían empezado. Nunca una ronda de un jugador que salga cinco horas antes de los líderes había suscitado tanto interés, justo lo contrario de lo que ocurrió con los cuatro jugadores de los dos últimos emparejamientos, cuyo comportamiento en los hoyos finales, lejos ya de cualquier opción de cara al título, hizo que la televisión les ninguneara en la cobertura.
Con su 67 (-3) de ayer, Tiger completa las cuatro vueltas de un torneo por cuarta vez esta temporada y lo hace además con tres de ellas por debajo del par. Para poder quitarse la gorra y dar la mano a su compañero de partido sin haber firmado ni un solo bogey en todo el día tuvo que esperar cincuenta y cinco vueltas, desde el The Barclays de 2013.
También hay que remontarse al mismo año para ver algunas de sus estadísticas al mismo nivel que esta semana. Su -7 total que le ha hecho concluir en la trigésimo segunda posición es su resultado más bajo respecto al par desde que acumulara -9 en el BMW Championship de 2013. Con sus 273 golpes también consiguió el registro más bajo desde el WGC-Bridgestone Invitational de esa temporada, la que fue su quinta victoria de la temporada.
«Es la vez que mejor la he pegado desde hace mucho tiempo. He estado controlando completamente todos los palos. Le he pegado genial, moviendo la bola de derecha a izquierda y de izquierda a derecha». ¿Cambios técnicos desde su fatídico US Open? Ninguno. «La gente espera que hagas un pequeño cambio y se note al día siguiente que sales a jugar, pero no funciona así. Lleva su tiempo. Estoy muy feliz por lo que he sido capaz de hacer», declaraba un Tiger Woods al que de repente el rojo y negro del domingo parecía sentarle mejor.
Woods se quedó a seis golpes del registro necesario para meterse en un playoff al que llegaron con sus -13 cuatro jugadores. Kevin Kisner fue el que entregó la vuelta más baja del cuarteto con un 64 (-6), pero quedó eliminado a las primeras de cambio en el desempate con un par en el 18. La misma suerte corrió un Robert Streb que, tras romper su putter en el hoyo 9 al lanzárselo a su caddie, tuvo que completar su vuelta pateando con el 56 grados. El balance no pudo ser más positivo: dos birdies con el putter y cinco con el wedge.
David Hearn y Danny Lee se quedaban como únicos aspirantes a la victoria gracias a sus birdies en el primer hoyo de desempate. El neozelandés Lee admitió estar bastante nervioso en el tee del 18 antes de que el playoff comenzara, pero una vez que se puso a la bola la ansiedad desapareció. Tampoco hubo muestras de nerviosismo en el segundo y definitivo hoyo de desempate, cuando un par le fue suficiente para conseguir su primera victoria en el PGA Tour a sus 24 años.
Gonzalo Fernández-Castaño avanzó tres puestos en la FedEx Cup hasta el 175º tras acabar trigésimo séptimo en este The Greenbrier Classic. El madrileño perdió veinte puestos en esta última jornada por culpa de un 71 (+1) en el que solo pudo firmar un birdie para compensar los dos bogeys de su tarjeta.
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