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Tiger Woods: «Vimos lo que pasó con Rory en 2011. Aquí todo es posible»

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Irene Acosta | 12 de abril de 2015

Tiger Woods ruge de nuevo y parece haber vuelto a la senda que abandonó hace ya demasiado tiempo. En su vuelta a los campos de golf tras su retirada en el Farmers Insurance Open, Tiger se mostraba optimista desde el comienzo de semana, lo que se ha traducido en tres grandes vueltas de golf que le han permitido situarse en quinta posición a falta de la jornada decisiva.

El californiano, emparejado con Sergio García, ha hecho las delicias del público en un moving day en el que su vuelta de 66 le ha permitido escalar 14 posiciones y situarse con un total de -6.

«Madre mía, podría haber hecho una vuelta realmente baja hoy. He estado enchufado. Creo que podría haber hecho fácil dos golpes menos», afirmaba Woods.

Tiger no se da por vencido y, si bien se encuentra a 10 golpes del líder, sigue dispuesto a batallar en la ronda final para llevarse la que sería su quinta chaqueta verde.

«Mi objetivo era acercarme lo máximo posible a -10 para estar a tiro por si acaso Jordan bajaba la guardia. Ahora él está en -16, así que voy a tener que hacer una ronda muy baja mañana porque nunca se sabe. Solo hay que ver lo que pasó en 2011 con Rory. En este campo, todo es posible y ahora depende mucho de como lo prepare el Comité. Hoy los greenes estaban blandos y lentos. En general, todo el mundo puede hacer muchos más birdies de lo normal, así que todo depende de como pongan el campo mañana», concluía un Woods que parece haber vuelto dispuesto a dar guerra y que, con sus palabras, deja un velado recado a los rectores del Masters de Augusta para que haya espectáculo en la última jornada.

Actitud muy diferente es la que ha estado mostrando Sergio García a lo largo de las tres jornadas de competición en el Masters de Augusta. Pese a haber hecho dos vueltas bajo par en lo que llevamos de torneo, el de Borriol sigue anclado en sus inseguridades y es incapazde disfrutar de sus aciertos. Hoy, una vez más, atendía a las cámaras de nuestros compañeros de Canal + y en sus palabras se vislumbraba la frustración de un Sergio que está lejos de estar cómodo con su juego.

«Hacer bajo par siempre es positivo. No he jugado muy allá. He pegado buenos golpes aquí y allá pero no he sido todo lo consistente que puedo y debo ser, así que el haber hecho bajo par no es mal resultado».

Sergio volvía a verse las caras con Tiger Woods tras el desafortunado incidente en el que el de Borriol se vio envuelto tras unos comentarios vertidos hacia el exnúmero uno del mundo que fueron considerados comentarios racistas. Preguntado por cómo ha vivido el momento, Sergio declaraba: «Muy bien, muy respetuosos los dos. Hemos ido hablando varias veces. Que ha sido frio es lo que pensáis vosotros, pero en verdad no es así. Yo he estado muy cómodo, yo creo que él también», atajaba el castellonense.

Con tan solo 18 hoyos por delante, Sergio no se pone ninguna meta y, como él mismo afirmaba, «mi objetivo mañana es jugar y hacerlo lo mejor posible».

Mientras tanto, el jovencísimo Jordan Spieth sigue a lo suyo y está a una ronda de distancia de enfundarse la chaqueta verde en su segunda participación en el Masters de Augusta. El año pasado el texano se quedó con la miel en los labios y esta vez ha venido dispuesto a terminar el trabajo.

«He pensado todo el tiempo en el Masters en este último año. Todos lo hacemos, es la semana más grande de nuestro deporte. El año pasado me dejó muy mal sabor de boca, así que he venido dispuesto a tomarme la revancha. Pero aún me queda mucho», declaraba Spieth.

«Me he sentido diferente hoy en el campo, quizá más ansioso de la cuenta en algunos momentos», explicaba un Spieth que, tras dos vueltas estratosféricas, parecía haber bajado el pie del acelerador en instantes contados de la tercera jornada. Sin embargo, cada vez que parecía aflojar respondía con carácter y saldrá a la última vuelta con -16 y cuatro golpes de ventaja. Aún tendrá que sufrir para llevarse su primer grande, pero no ha podido hacerlo mejor hasta el momento.