Un elaborado truco de escapismo a 72 hoyos. En esto se ha convertido el Wyndham Championship para un buen número de los golfistas reunidos en Greensboro esta semana, todos aquellos que ahora mismo están fuera de los playoffs y quieren hacerse con un puesto en la fase decisiva de la temporada. A este drama se une el de quienes no tienen el puesto de trabajo asegurado para el año que viene y no solo luchan por prorrogar el año, sino por volver al PGA Tour en 2016. Tiger Woods es de los primeros; Gonzalo Fernández-Castaño, sin embargo, pertenece al segundo grupo.
En cualquier caso, ambos han respondido con calidad y coraje en los primeros 18 hoyos del torneo, enganchándose a la pelea por un título que ambos necesitan para lograr su objetivo. Tiger Woods firmaba su mejor tarjeta en más de dos años en el circuito estadounidense, un 64 que le coloca entre los diez mejores del torneo. Mejor de tee a green, el estadounidense encontró el camino hacia el hoyo, la principal diferencia con respecto a las infructuosas vueltas que jugó en Whistling Straits.
«Por fin le he sacado algo a una vuelta. Una tarjeta de dos o cuatro bajo par se ha convertido en un -6», declaraba Tiger al final de un día productivo en el que recibió el apoyo incondicional del numeroso público que acudió al Sedgefield Country Club.
El 66 de Gonzalo Fernández-Castaño se convierte en su séptimo inicio de torneo consecutivo por debajo del par, que en esta ocasión sumó a su habitual precisión de tee a green un notable tino con el palo más corto de la bolsa. Al final, cuatro birdies sin fallo para el madrileño, que necesita quedar entre los dos primeros para conservar su tarjeta y ahorrarse el paso por las finales del Web.com Tour.
Encabezan el torneo los estadounidenses William McGirt, Tom Hoge y Erik Compton (que cerró con 28 golpes sus últimos nueve hoyos) con -8, mientras que entre los diez mejores también aparece otro de los golfistas ilustres que llega necesitado de un buen resultado esta semana, el alemán Martin Kaymer.
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