Solo un despliegue tan mágico como variado de recursos de Brendon Todd durante la jornada final del HP Byron Nelson Championship evitó que Mike Weir consiguiera su primera victoria en el PGA Tour desde el año 2007. Ambos protagonizaron un trepidante cara a cara en el TPC Four Seasons del que salió mejor parado el estadounidense, autor de una tarjeta de 66 golpes que le convierte en el octavo jugador que consigue su primera victoria en el circuito este año.
Seis días después de cumplir 44 años, Mike Weir comenzó el domingo haciendo todo lo necesario para darse opciones de que su primer top ten en 1.575 días fuera una victoria. Tras salir a un golpe del colíder Todd, cuatro birdies en los cinco primeros hoyos hacían que diera la vuelta a la situación para ponerse al mando de una clasificación en la que Louis Oosthuizen, Gary Woodland o Padraig Harrington, otros de los aspirantes a falta de 18 hoyos, se iban quedando sin opciones poco a poco.
Se acabaría convirtiendo este HP Byron Nelson en un duelo de dos jugadores. Por un lado, Todd, jugador que ha pululado los últimos años por el PGA y el Web.com Tour, con dos triunfos en la segunda división americana, y 16 años mayor que su rival. Por otro, Mike Weir, ganador del Masters de 2003 al que un fatídico golpe a una raíz de un árbol en Hilton Head en 2004 llevó a una lesión en su codo derecho que estuvo a punto de retirarle del mundo del golf.
Su historia de recuperación no pudo completarse. Dos fallos por el lado derecho desde el tee de salida le llevaron a acabar haciendo sus dos primeros bogeys del día en los hoyos 6 y 9. Minutos después, la situación se le complicaba al canadiense con sendos birdies de Todd en el 9 y el 10. Quedaba plantear el último ataque por parte de Weir, pero con un balance de dos birdies y un bogey en los últimos hoyos, solo quedaba esperar un fallo de Todd, algo que no ocurrió.
Conseguía Weir así con su 67 (-3) dominical el segundo puesto en solitario. Un final que deja cierto consuelo al veterano. «He pasado por muchos momentos duros en mi carrera. Me hicieron falta siete años para llegar al PGA Tour después de la universidad, fallando cortes en el Asian Tour, el Canadian Tour y por todo el mundo. Hoy he jugado bastante sólido, tal vez mejor que los otros tres días. Eso te demuestra que los aspectos que estoy trabajando de mi juego, cuando llega el estrés de la competición, están siendo los correctos».
Lo único que le separó de la victoria fue un juego corto brutal de Todd. Primero, un golpe desde el bunker en el hoyo 2 que acabó entrando para un atípico birdie. Más tarde, un par salvado tras un chip a zurdas con el hierro 4 una vez comprobado que la cercanía de la bola con un árbol del hoyo 13 hacía imposible un golpe estándar. Dos pequeñas pinceladas que le hicieron despedirse de Texas siendo el mejor jugador de toda la semana. Su trofeo y sus lágrimas, así lo corroboran.
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