Primero fue Scott Langley el que comenzó el día estratosféricamente con tres birdies en los tres primeros hoyos. Luego, el Travelers Championship se convirtió en una carrera de dos caballos entre Sergio García y Aaron Baddeley a la que se sumó más tarde KJ Choi. Sin embargo, finalmente fue Kevin Streelman el que a última hora se llevó la victoria con un 64 (-6) que incluyó una racha de siete birdies consecutivos en los siete últimos hoyos, la mayor racha de aciertos seguidos de la historia del PGA Tour que ha acabado en triunfo.
Desde que en 1956 Mike Souchak ganara el St. Paul Open con seis birdies finales, no se había visto nada similar en el circuito americano. Mientras el resto de sus rivales comenzaban el domingo restando golpes rápidamente al TPC River Highlands, Streelman sumó dos bogeys en los primeros siete hoyos que le situaban a ocho golpes del -14 con el que Sergio García se puso líder a mitad de día. Sin que nadie le tuviera en cuenta hasta el último momento, firmó 28 golpes por los nueve segundos, resultado con el que igualaba el récord de este tramo de la sede del Travelers Championship.
Durante toda la competición, los nueve hoyos de vuelta se habían mostrado como los más asequibles. En las tres primeras jornadas, García había sido el jugador con mejor media de golpes del 10 al 18 con trece birdies y cuatro bogeys en su haber. Sin embargo, en la última jornada comenzó su tramo más prolífico del campo de manera inverosímil, golpeando el tronco del único árbol de la calle, dejándole apenas hueco para que el palo pasase a través del impacto en su segundo golpe. Acabaría firmando aquí su segundo bogey consecutivo, siendo la primera vez que acumulaba dos fallos seguidos en toda la semana.
Coincidió este hecho en el tiempo con el comienzo de la carga de Streelman. Birdies desde tres, dos, siete y cuatro metros. La señal televisiva se fijó en él cuando tenía un putt de trece metros para birdie en el hoyo 16, un putt que pareció estar en todo momento fuera de línea y que acabó girando increíblemente en sus últimos centímetros para acabar dentro del hoyo.
En el par 3 del 17 Streelman pidió a su compañero de partido, Nick Watney, que le contara un chiste. Este lo hizo y, un minuto después, la dejó dada desde el tee de salida, antes de que en el 18, tras un drive monstruoso de 335 yardas, ejecutara un precioso tiro por encima del búnker que aterrizó a tres metros del agujero.
La alegría del momento tuvo que esperar a convertirse en definitiva. García luchó hasta el final haciendo un gran birdie al 17 y llegó al último hoyo junto a su compañero de partido, Choi, con ambos en disposición de llegar al -15 de Streelman. La gran salida del español en el 18 invitaba al optimismo hasta que, en la última rodada, la bola acababa en una chuleta, a 325 yardas del tee. Su golpe a bandera no pudo ser todo lo agresivo que hubiera querido y no convirtió el putt de 10 metros, dejándole con un -14 final con el que empataba en segunda posición con el coreano, incapaz también de sacar el birdie en el último hoyo.
Con este final, García firma su mejor torneo del año en el PGA Tour, algo que estuvo a punto de lograr también el otro español presente en Cromwell, Gonzalo Fernández-Castaño. El madrileño se despidió del TPC River Highlands tomándose su particular revancha del +5 acumulado el sábado en los últimos siete hoyos. Lo hizo a base de birdies, cinco en concreto, para firmar un 66 (-4) final de cara al -7 total con el que acabó ocupando la 26ª plaza de la clasificación. De este modo consigue momentáneamente uno de los objetivos de esta temporada, meterse entre los 125 primeros puestos de la FedEx Cup (ha saltado de la posición 133ª a la 123ª) que dan derecho a jugar los playoffs.
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