Cuando estamos al límite, cuando las opciones se reducen y cualquier pequeño detalle o decisión que tomamos pasa a ser vital, es cuando se pone a prueba el carácter, donde sale a relucir la pasta de la que estamos hechos y nos da la auténtica medida de nuestra valía. Tras la cuarta jornada del RBC Canadian Open, Gonzalo Fernández-Castaño ha demostrado que su esencia pertenece a la de los que nunca se rinden, a los que contra viento y marea confían en sus condiciones y a la de los que tras cada golpe se levantan para afrontar de nuevo el siguiente desafío confiando en la recompensa final al trabajo bien hecho.
Después de tres días de gran golf en el Royal Montreal GC, Gonzalo conseguía mantenerse entre los diez primeros, una posición que le permitiría situarse entre los 125 elegidos de la FedEx Cup. Sin embargo, además de la presión por intentar conservar esa posición, el madrileño aún tenía que lidiar por cuarta vez con un campo que había dado razones suficientes para no permitir un descuido y a merced de cualquier posible buena racha de sus perseguidores.
La respuesta de Gonzalo a estos temores fue descomunal y realizó su mejor vuelta del torneo, firmando un 66 (-4) y jugando sólido y concentrado. Si en las tres vueltas anteriores el madrileño había tenido que vérselas con bogeys y dobles bogeys, jugando siempre con la presión de conseguir un buen resultado, su última ronda solo tuvo un fallo al principio, en el hoyo 5, y el resto de variaciones en su tarjeta fueron los cinco birdies que le auparon hasta la cuarta plaza del torneo.
Después de una temporada de adaptación durísima al circuito americano, el madrileño tiene prácticamente conseguido su objetivo de renovar la tarjeta tras su cuarto puesto en Canadá. A partir de ahora y hasta el inicio de los playoff de la FedEx Cup, que son los que marcan el límite temporal para asegurar la tarjeta, Gonzalo jugará el Bridgestone Invitational que le permitirá sumar más puntos por ser uno de los World Golf Championships y no tener corte. Después solo quedarían el PGA Championship (último major de la temporada) y el Wyndham Championship. Teniendo en cuenta que después del torneo de Canadá, Gonzalo se encuentra el 107º en la FedEx Cup y que ganará algo en el Bridgestone, se antoja prácticamente imposible que pierda casi 20 puestos entre esos dos torneos.
Aparte de Gonzalo por la parte que nos toca, el gran protagonista de la jornada fue Tim Clark que partía segundo a tres golpes de Jim Furyk y protagonizó un final que recordó al brutal desenlace del Travelers donde Kevin Streelman sorprendía a Sergio García y le apartaba del triunfo con una serie de siete birdies en los últimos siete hoyos. En este caso, Clark jugaba junto a Furyk y no fueron siete, sino cinco, los birdies que el sudafricano firmo en los últimos ocho hoyos.
Al paso del nueve Furyk controlaba bien al partido y ambos empataban a un birdie y un bogey con la distancia de tres golpes intacta. Sin embargo, a partir del hoyo 10 Clark puso la máquina de hacer birdies en marcha y Furyk no fue capaz de dar respuesta y cuando se quiso dar cuenta ya estaban en el 18 con el sudafricano a un putt de metro y medio de la victoria. -17 final para Clarke tras sus 66 golpes finales (-4) que le daban un impacto de diferencia sobre Furyk y le proporcionaban su segunda victoria en el PGA Tour después de su triunfo en 2010 en The Players.
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