Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

Un futuro prometedor

Enrique Soto | 20 de enero de 2014

Quizá sea por su apariencia física o porque su mujer, Justine, está embarazada, pero resulta sorprendente que Patrick Reed tenga solo veintitrés años. Durante todo el 2012 estuvo buscando oportunidades en el PGA Tour a través de los torneos clasificatorios que se disputan los lunes previos a cada torneo, llegando a jugar un total de doce. Ganó más de trescientos mil dólares, lo que le hubiera servido de sobra para mantener la tarjeta en el European Tour. El 2013 fue el año en el que definitivamente le conocimos. Su carta de presentación al mundo llegó con un golpe imposible en el playoff del Wyndham Championship, ante un tal Jordan Spieth.

Es muy joven, pero este chico nacido en San Antonio (Texas), sigue sorprendiéndonos con el paso de los meses. Llegó al Humana Challenge sabedor de que esta temporada debía asentarse, en lo que se suponía un proceso calmado, dados sus dos años de exención en el circuito. Cualquier otro en su situación, al menos, lo habría pensado así. Pero Reed llegó a California con objetivos algo más ambiciosos: firmó tres vueltas consecutivas de 63 impactos, en tres campos distintos, y batió el récord histórico del PGA Tour tras 54 hoyos con un acumulado de menos veintisiete. Eso, al menos desde fuera, no es tomarse las cosas con calma.

Estaba pegando bien a la bola, dibujando un draw o un fade desde el tee como quien firma documentos en la oficina. Patrick, sobre todo, estaba pateando a un nivel excelso. “Veo el hoyo enorme”, dijo el sábado por la tarde. “Cuando veo que la bola no entra hasta me enfado”. Pero por encima de su nivel de forma o las sensaciones que tuviera en el campo, el chico estaba diciendo muy claramente que no se conformaba con ser un jugador más del circuito, sino que había llegado ahí arriba para ganar. Aquel menos veintisiete no solo destilaba talento, sino que escondía una ambición impropia de alguien que acaba de asentarse entre los mejores.

Comenzó la última jornada con hasta siete golpes de ventaja sobre su más inmediato perseguidor y, como muchos otros antes que él, dudó. Los drives que disparaba al centro de la calle en días anteriores pasaron a dejar su bola en el rough; los greenes dejaron de ser una garantía; los putts que aspiraba el hoyo no pasaban ni cerca. Patrick fue consciente en ese momento de que no importa lo bien que se haya jugado con anterioridad, que las victorias pesan y que el viejo arte de cerrar los torneos es más complejo de lo que se aprecia desde la distancia.

Sin embargo, no cedió. Firmó un birdie en el 2 que quizá le tranquilizara los nervios iniciales, pero que no sirvió para frenar los inevitables fallos. Un bogey en el 5, otro en el 7, 10, 12… En tan solo ocho pruebas había errado más que en las cincuenta y cuatro anteriores. Fue a través de ellos como comenzó a ganar definitivamente este torneo porque Reed, en vez de dejar suelta la cadena como Van de Velde en Carnoustie, respondió a cada uno de ellos con un acierto. Sí, cuatro bogeys, pero también otros cuatro birdies. “No fue bonito”, dijo al finalizar con 71 impactos. “Fue mucho más estresante de lo que había pensado”.

Pero si por algo se caracteriza el viejo arte de ganar es que por no hacer concesiones. El objetivo es conseguirlo, punto, cerrar el torneo, y este chico solo tenía que dar un paso tras tres enormes días de golf y rosas. Ahora, hablando de él, solo quedan sus cifras: 23 años, 31 torneos disputados en el PGA Tour, récord de golpes más bajo de la historia tras 54 hoyos. Y bueno, 2 victorias. Traducido a palabras bien podría considerarse como un futuro prometedor.

Resultados completos

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: