Cuando Jiménez está enchufado, cuando el duende se apodera de su cuerpo, el golf se transforma en arte, los metros en el green se convierten en centímetros y las musas bajan del Olimpo para ver jugar a un malagueño cincuentón que sigue empeñado en negar la edad que pone en su carnet de identidad.
El de Churriana llevaba unos meses duros y estaba finalizando una gran temporada de una manera bastante irregular, incluidas las rondas de 76, 77, 78 y 88 golpes firmadas en los dos últimos torneos. Todo eso queda olvidado de un plumazo tras el majestuoso 63 (-9) logrado hoy en el Turkish Airlines Open. Y es que desde el inicio, en el hoyo 10, Jiménez mostraba lo que iba a ser la tónica general en el Montgomerie Maxx Royal, y un maravilloso approach le permitía restar los dos primeros golpes del día tras echarse un eagle a la bolsa. Jiménez se subió a la ola y ya no bajó de ella terminando una vuelta impoluta, sin un solo error y con otros siete birdies más, cuatro de ellos consecutivos en forma de ráfaga entre los hoyos 13 al 16, enchufando putts desde todas las distancias y asegurando el liderato en esta primera jornada de ensueño.
“Intento divertirme, esa es la manera de hacer tanteos bajos. Es muy especial porque llevo pasándolo mal durante los últimos meses y por fin haces bajo par y te sientes muy bien”, señaló Jiménez que tenía clara la mejora ya que “todo cada vez está más ajustado. He empezado a hacer que la bola ruede mejor en el green y las cosas se van acercando a lo que quiero y eso ayuda”, algo en lo que no le falta razón ya que el malagueño terminó su vuelta con 23 putts.
Y si genial ha sido la vuelta de Jiménez no menos espectacular ha sido la de Ian Poulter. El inglés, que no está en su mejor temporada, se ha sacado de la manga un menos ocho que hubiera igualado al menos nueve de Jiménez de no ser por un fastidioso bogey al inicio de su vuelta en el hoyo 12. Poulter ha estado soberbio de tee a green y, al igual que Jiménez se ha ido a casa club con un eagle y siete birdies en el zurrón, segundo en solitario a un golpe del español.
«Me siento físicamente fuerte de nuevo, lo que significa que puedo practicar mejor y cuando practico y empiezo a meter putts, entonces me lleno de confianza, tal y como estoy ahora», aclaraba un feliz Poulter.
Con menos tres, en la vigésimo tercera posición, encontramos a Alejandro Cañizares que se ha guardado lo mejor para el final. Al salir del green del 13, el madrileño estaba al par del campo tras su tempranero birdie en el par 5 del hoyo 4 y el error cometido en el 12, pero dos birdies consecutivos en el 15 y el 16 más otro para acabar su vuelta, le dejaban con el menos tres definitivo, a cuatro golpes del top 5. Un gran comienzo para Cañizares que empieza a incrementar sus opciones de meterse entre los 60 mejores de la Race to Dubai y acudir al DP World Tour Championship.
Todo lo contrario le ha ocurrido a Larrazábal, que llevaba menos cinco en el acumulado al paso por el hoyo 4 (salía por el 10) y un doble bogey en el 5 seguido de bogey al 6, le dejaban con el menos dos final, ubicado en la trigésimo cuarta posición. Diecisiete puestos más abajo está Rafa Cabrera-Bello que ha terminado al par y al que se le han atragantado los dos dobles bogeys que ha firmado en su vuelta.
El último de los nuestros en Turquía es Sergio García al que no le ha funcionado casi nada. El driver le ha sancionado mucho y solo ha cogido cinco de las trece calles y tampoco ha estado fino ni con los hierros ni en el green con lo que al final se ha tenido que ir a casa club con un 75(+3) con el que prácticamente dice adiós al sueño de cazar a Rory en la Race to Dubai.
Resultados y clasificación de la primera ronda del Turkish Airlines Open.
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