El golf tiene un largo historial como deporte asociado a causas solidarias. Son innumerables los torneos que se celebran a lo largo del año para ayudar a asociaciones, ONG, fundaciones, etc., y en casi todos los casos resultan un éxito de recaudación. Esto se extiende a los torneos profesionales, donde en muchos de ellos, tanto en EE. UU. como en Europa, se celebran pro-ams, concursos y otras iniciativas a favor de instituciones o asociaciones locales. Luego está la forma en que estas acciones se llevan a cabo y, en ese aspecto, el Aberdeen Asset Management Scottish Open tiene mucho que decir.
Por segundo año consecutivo, la organización del torneo ha lanzado una divertida iniciativa para ayudar a la fundación ARCHIE, la organización benéfica oficial del Hospital de Niños Royal Aberdeen, de los pabellones infantiles en Inverness y Elgin y que se ocupa de la salud infantil en todo el norte de Escocia. La iniciativa consistía en intentar que el máximo número de jugadores se imbuyera del espíritu escocés del torneo y durante el pr-oam del miércoles llevaran puestos pantalones de tartán, el clásico tejido a cuadros con el que se hacen los famosos kilt, el atuendo tradicional escocés.
Por cada jugador que aceptase el reto, el patrocinador del torneo (Aberdeen Asset Management), donaría 500 libras a la asociación ARCHIE. Al final fueron nueve los valientes que se vistieron con el pantalón a cuadros entre los que se encontraba Miguel Ángel Jiménez, al que le sienta bien casi cualquier cosa. Junto al jugador español estuvieron Lee Westwood, Ian Poulter, cuyo look no no difería mucho del que lleva habitualmente, Darren Clarke o Justin Rose, quien aseguraba que “el tartán no es normalmente mi primera opción para vestir en un proa-m, pero me ha encantado llevarlo puesto hoy y formarparte de una iniciativa para una causa tan buena como esta”.
Sin embargo, los que se encontraban con el tejido perfectamente cómodos eran los jugadores escoceses que tomaron parte en la empresa, como Martin Laird y Stephen Gallacher, aunque fueron otros escoceses, Richie Ramsey y Paul Lawrie, los que más entregados estaban a la causa ya que hace años fueron parte de los que ayudaron al desarrollo de la fundación.
“Tras haber visitado el Hospital para niños de Royal Aberdeen en bastantes ocasiones, estoy familiarizado con el increíble trabajo que está realizando la fundación apoyando a los niños enfermos y a sus familiares en el norte de Escocia”, explicaba Lawrie, ya que con este tipo de eventos la fundación ARCHIE ayuda a más de 130.000 niños cada año.
Una gran iniciativa a la que tenemos que agradecer que simplemente pidiera que se llevara el tejido y no exigiera la típica falda para jugar el pro-am, algo que hubiera sido, como mínimo, desconcertante.
Deja un comentario