Tras haber presenciado la segunda vuelta de Tiger Woods en el Memorial Tournament, las dudas sobre su estado de forma desaparecían. 24 horas después, se reabría el debate tras verle sucumbir en los greenes de Muirfield Village durante los 18 hoyos de la tercera jornada. A pesar de ciertos fallos desde el tee, lo cierto es que fue con el putt en la mano cuando se vio al exnúmero 1 más vulnerable. Debido a ello, el domingo saldrá a cuatro golpes del líder del torneo, Spencer Levin.
Empezó Tiger con una actitud decidida a posicionarse perfectamente de cara al domingo para llevarse su quinto Memorial Tournament. Pero una cosa es el deseo y otra que tu juego te acompañe. En ocasiones se dice que el juego largo es algo completamente diferente al corto y fue en este último, especialmente en los greenes, donde la renta almacenada por Tiger en los nueve primeros hoyos se fue desvaneciendo poco a poco a medida que avanzaba desde el 10 al 18. Su -2 parcial en el ecuador del moving day se convirtió en un 73 que le obligan a atacar desde el principio el domingo.
«Cuatro golpes es un margen manejable en este campo teniendo en cuenta las condiciones que nos vamos a encontrar mañana. Hay muchos jugadores con opciones así que va a ser un día interesante», comentaba Tiger tras su primer vuelta por encima del par de la semana.
El que más opciones tendrá sin duda, a priori, será el líder Spencer Levin, que con -8 total tras un 69 (-3) el sábado saldrá con un golpe de ventaja respecto a su máximo perseguidor, el sudáfricano Rory Sabbatini. Al terminar el domingo habrá acabado su particular idilio de fin de semana tras 36 hoyos juntos. Lo malo de las aventuras de fin de semana es que a veces alguien sale damnificado y otro reforzado. Posiblemente, el domingo se dé esa situación.
Levin manejará esta exigua renta en un campo de los que ponen a prueba a los profesionales. Si consigue lidiar con él tal y como hizo en los primeros compases del sábado, su primera victoria podría llegar en tal exigente recorrido. Su comportamiento en los tres días del Memorial Tournament no deberían suscitar dudas pero inevitablemente, de momento, su nombre va ligado al del líder de la cuarta jornada del Waste Management Phoenix Open que con seis golpes de ventaja acabó cediendo en favor de Kyle Stanley.
En el grupo de aspirantes además de Sabbatini a un golpe y Tiger a cuatro hay que contar con Rickie Fowler a tres, con un acumulado de -5 fruto de tres vueltas de 71 (-1), 71 y 69 (-3). Más de uno se preguntará cómo llega al domingo en la tercera posición, sin hacer ruido y volviendo a aspirar a la victoria una vez más después de entrar en el círculo de ganadores en Quail Hollow. Más allá de la frialdad de los números, sus cuatro top tens consecutivos indican que en estos momentos es el más peligroso del PGA Tour. Compartirá partido con Tiger por lo que el espectáculo está asegurado.
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