Comenzó mal, pero poco a poco el cielo de Durban se fue despejando para dejar que los golfistas disputaran el Nelson Mandela Championship, un torneo maldito por los elementos en su primera edición y en seria amenaza durante su segunda, finalmente resuelta en 54 hoyos. Allí estaba Jorge Campillo, que llevará siempre junto a su nombre los 59 impactos que consiguió en la segunda jornada (aunque no se inscribieran en los libros de récords), en lo más alto de la tabla. Poco duró la tranquilidad que a veces otorga esa posición, ya que varios jugadores, todavía con hoyos pendientes, hicieron buenas sus opciones para una última vuelta abierta y generosa.
Matthew Baldwin y Dawie Van der Walt eran sus principales oponentes. Empatados en un acumulado de menos once, salieron seguros de poder terminar el día con el trofeo entre las manos. El primero nunca lo había conseguido a lo largo de su carrera, el segundo se estrenó el pasado mes de marzo. Jorge, por su parte, buscaba mejorar aquel segundo puesto que consiguió en la India, en una de sus primeras salidas con la tarjeta del Circuito Europeo. Ninguno contaba con multitud de éxitos en su pasado, pero el futuro, con dieciocho hoyos por delante, se antojaba prometedor.
Quizá fuera por esa falta de experiencia en luchar por las victorias con cotidianidad, pero sus comienzos fueron algo dubitativos, como si en cierto modo su swing se hubiera paralizado parcialmente por tener el gran premio cerca. Baldwin firmó un bogey en el uno, Van der Walt en el dos y Campillo no conseguía abrir la lata en forma de birdies. Sus rivales, sin embargo, se recuperaron bien pronto y finalizaron los nueve primeros con menos uno. Jorge había firmando nueve pares y probablemente recordara que responder a una gran vuelta, como la de ayer, era una tarea compleja.
Su reacción llegó en el doce, con el primer acierto del día, seguido de otro en el trece. Cuando la racha parecía abierta y lista para un final eléctrico, llegó el primer error y, probablemente, el adiós al triunfo. Si miró a la clasificación pudo ver a Dawie haciendo justo lo que era preciso para ganar, es decir, no dar la más mínima sensación de duda. Fue un bogey en el once seguido de un eagle en el doce y otro acierto en el trece. Él sí había abierto una racha y supo mantenerla, terminando en dos impactos el par tres del quince. Menos cuatro en el día después de cerrar con tres pares su vuelta. Campillo y Baldwin recortaron dos al recorrido.
“Formar parte de la historia es algo muy especial”, declaró el sudafricano, que mandó un guiño al cielo cuando embocó el último putt. “Ganar el Nelson Mandela ahora, cuando todos estamos tristes, significa mucho y es algo que guardaré cerca del corazón para siempre”. Es su segundo triunfo del 2013 y de su carrera, que se vio claramente en riesgo después de varias lesiones. Dawie jugó solo once torneos la pasada campaña, fallando nueve cortes. En uno de los dos restantes se llevó el Tshwane Open. “No he estado en buena forma, pasando mal con las lesiones, por lo que esto me sobrepasa”, continuó. “Ganar el último torneo del año va a hacer mis navidades mucho más divertidas”.
Jorge, finalmente, fue segundo, y abrió una pequeña grieta más en esa gran roca que supone ganar por primera vez en Europa. La tarjeta, que es el primer objetivo de la temporada, está algo más cerca. Carlos del Moral, con una última vuelta de 73, fue quincuagésimo octavo, empatado con Pablo Martín en el menos uno.
Adrián Otaegui Branden Grace Carlos del Moral Colin Nel Daniel Brooks Darren Fichardt Dawie van der Walt Edouard Dubois European Tour François Calmels George Coetzee Joel Sjöholm Jorge Campillo José Manuel Lara Mount Edgecome Country Club Nelson Mandela Championship Pablo Martín Race to Dubai Race to Dubai 2014 Romain Wattel Ryan Cairns Scott Jamieson Thomas Aiken
Deja un comentario